
El título parece muy rebuscado y de hecho lo es, pero sólo es una de las caras del imperialismo norteamericano, que reserva su tecnología, sus programas y su formación sólo para sus aliados, y lo prohíbe a quien proviene de un país "enemigo", aunque el estudiante no tenga nada que ver con la dirección del país y aunque la enemistad la haya creado Estados Unidos por interés económico a base de falacias.
 
 










 
					 
					 
					 
					 
					 
					 
					 
					 
					 
					 
					 
					 
					










