
Israel nos tiene acostumbrados al escándalo y la violencia. Podemos verla en nuestros televisores cada cierto tiempo. Es obvio que sus acciones son injustas, los bombardeos, la represión, la ocupación... y sin embargo nadie hace nada por impedírselo. Se crea así una imagen extraña donde la violencia y la sinrazón forman parte de lo cotidiano, se acepta la situación reinante porque no hay vistas de que cambie. Sin embargo el caso de Ahed Tamimi ha llegado al "corazón" de los mass media españoles. Será que el morbo vende.




















