Es como un estribillo que se repite hasta la saciedad. "Los Estados Comunistas son dictaduras". Sin embargo, nosotros, trabajadores, obreros, sabemos que el comunismo no solo no es ninguna dictadura sino que es lo más democrático que la humanidad ha conocido. Sabemos también que ha traído una serie de mejoras y derechos a nuestra vida que el capitalismo ni estaba ni estará nunca en condiciones de ofrecernos plenamente. Y por eso en este artículo, que continúa la serie que inauguramos con "Mitos del Comunismo: la propiedad privada. ¿Los comunistas me quitarán la casa y el coche?" , vamos a destrozar la mentira de que los "Estados Comunistas" son dictatoriales.
El comunismo y el Estado
En primer lugar, hay que señalar un elemento importante del pensamiento marxista-leninista (es decir, del pensamiento comunista). En el comunismo no hay Estado. Como explicamos en el anterior artículo, el comunismo es una sociedad sin Estado en la que los medios de producción pertenecen al conjunto de la sociedad. Por lo tanto los "Estados Comunistas" no pueden existir, es una contradicción.
Ahora bien, los comunistas no somos unos personajes utópicos que creen que es posible convertir a la sociedad capitalista de la noche a la mañana en otra sociedad totalmente distinta y esperar a que los grandes capitalistas no reaccionen. Un Estado Capitalista no puede ser destruido y ser sustituido directamente por una sociedad sin Estado porque no habría forma de defenderla. Para llegar al comunismo existe un proceso de transición, el socialismo, en el que sí hay un Estado: el Estado Socialista. De hecho, el primer ejemplo que suele venir a la cabeza al hablar de comunismo es la URSS, cuyas siglas realmente significan Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La URSS, como tantos otros, era un Estado Socialista.
El socialismo, que sí tiene Estado, es una primera fase del desarrollo del comunismo. Es decir, que para llegar a la sociedad comunista completa hay que pasar por un periodo histórico de transición. En realidad, socialismo y comunismo son dos etapas del mismo desarrollo histórico, de hecho en la Crítica al programa de Gotha, Marx llamaba al socialismo "fase inferior de la sociedad comunista" y al comunismo "fase superior". Por eso, tanto los CJC como el PCPE hablamos de construir el Socialismo-Comunismo en España, porque sabemos que la sociedad comunista no es más que la sociedad socialista una vez que ha conseguido un determinado desarrollo.
Explicado esto ya podemos decir que ningún Estado Comunista ha sido una dictadura ya que no existen "Estados Comunistas". Sí que se ha llegado al socialismo, por ejemplo, en la URSS o en Cuba, pero, ¿esos Estados Socialistas son dictaduras? ¡Vamos a demostrar que no!
¿Cuál es el papel del Estado?
A los comunistas, desgraciadamente, se nos ha acusado más de una vez de crear "sistemas dictatoriales" e, incluso, se ha inventado una categoría en el estudio de la Historia para unificar el nazismo y el socialismo bajo la careta de "estados autoritarios". Sobre esta mentira que se desmonta desde los datos ahondaremos en el futuro. Por el momento, nos centraremos en entender qué es realmente el Estado y qué es la "dictadura del proletariado" de la que hablamos los comunistas.
Para hablar del Estado nos solemos remitir al maravilloso libro de Lenin El Estado y la Revolución donde expone de forma muy detallada en qué consiste el aparato estatal. No hablamos de Lenin desde la admiración hueca, como si fuera un mesías, no hablamos de él desde un mero acto de fe: nos referimos a su texto porque constituye un estudio concienzudo y no una opinión. Los comunistas creemos en la ciencia y la desarrollamos: por eso también en el estudio de la historia y de la política aplicamos un método de análisis —el marxismo-leninismo, que es un método de análisis e intervención que se fundamenta sobre conocimientos y datos filosóficos, históricos y económicos y no sobre nuestras opiniones o deseos—. Fruto de ese trabajo, de ese estudio científico, Lenin, que se basó también en los análisis de otros autores anteriores como Marx, Engels o Hegel, demostró que el Estado es un órgano de dominación de clase, un órgano de opresión de una clase por otra.
¿Qué quiere decir esto? Que el Estado no es un elemento abstracto y neutral. Cuando hablamos del Estado español, por ejemplo, no nos referimos ni al espacio geográfico que ocupa, ni a los pueblos de España ni a ningún concepto nacional. El Estado es, por supuesto, el Parlamento, el Senado y el Gobierno pero es también la burocracia administrativa autonómica, local y estatal; el ejército y el sistema educativo, las cárceles, etc. Es, en definitiva, todo aquello, sea más visible o menos, que sirve para garantizar el predominio de una clase social frente a otra.
Democracia vs dictadura: ¿Son realmente dos elementos opuestos?
En lo que en la sociedad actual se entiende por "democracia" (que los comunistas llamamos "democracia burguesa" o "parlamentarismo"), se piensa en el Estado como algo neutral, algo que "no es de nadie", o incluso, "que es de todos". Ese es el discurso oficial y, por eso, se insiste en que si queremos cambiar las cosas acudamos a las elecciones, porque "un cambio en el gobierno, en teoría, podría cambiar toda la sociedad". El problema es que analizando los hechos —e insistimos en que los comunistas analizamos constantemente la realidad — queda probado que el Estado no es neutral: el Estado pertenece a alguien, a una clase social, a un grupo social concreto que está integrado por unas pocas personas reales, con nombres y apellidos.
En los Estados Capitalistas, como en España, el país no es de los votantes: es de los capitalistas. ¿O acaso los votantes elegimos que se recortara en Sanidad, en Educación? ¿Acaso los votantes elegimos una reforma laboral que nos quitaba los pocos derechos que teníamos? Seamos claros: ¿Qué poder real tiene un trabajador? ¡Es el Estado el que domina al trabajador y no al revés! Desde ese punto de vista, es evidente que en España no existe "democracia" si la entendemos como el poder del pueblo.
Entonces, recapitulemos. ¿Qué es el Estado? Decía Lenin, como Marx: El Estado es un órgano de opresión de clase. ¿Y qué tiene que ver esto con el concepto de dictadura o democracia? ¡Pues que el concepto democracia o dictadura no es algo absoluto: lo que es una democracia para unos (para los que tienen el poder) es una dictadura para los otros (para los que no lo tienen).
Es decir, que en la práctica todo Estado es una dictadura para alguien, para alguna clase social. Pongamos un ejemplo práctico: El Estado español es una dictadura de la burguesía (también llamados capitalistas) contra el proletariado. Por eso los comunistas hablamos de la necesidad de la dictadura del proletariado. ¿Esto significa que que queremos poner a un obrero de dictador a elegir por todos y tomar todas las decisiones políticas según su voluntad? ¡Por supuesto que no! Hablar de la dictadura del proletariado es hablar de democracia para los trabajadores y dictadura para los capitalistas. Esto es lo que representa el Estado Socialista. Frente al Estado Capitalista, que solo es democrático para unos pocos grandes propietarios, el Estado Socialista es la democracia para la práctica totalidad de la población.
De todas formas, es importante no caer en el siguiente error: hoy en día se entiende por "dictadura" el poder político individual de una persona, pero en la teoría política marxista, el término "dictadura" tiene el sentido clásico de "poder", de "gobierno", y no de poder unipersonal, como pudo ser la dictadura de Hitler. Es decir, que cuando los comunistas hablamos de "la dictadura del proletariado", a lo que nos referimos es a una democracia popular: una democracia en la que el poder recaiga en el conjunto de obreros, en el conjunto de trabajadores, en los sectores populares de nuestra sociedad. Es decir, queremos un órgano de dominación de la clase trabajadora frente a los antiguos explotadores. La dictadura del proletariado se puede llamar también democracia popular: no es el sistema en el que hay un obrero individual mandando y ordenando sino el conjunto de la sociedad decidiendo colectivamente sobre las cuestiones fundamentales para su vida, al contrario de lo que sucede en el capitalismo.
Entonces, ¿es verdad que "todos los Estados Socialistas han dado lugar a dictaduras"?
Todo Estado, capitalista o no, como acabamos de ver, es un órgano de opresión. Es una realidad científica que puede no gustarnos pero que no podemos negarla: el Estado sirve para garantizar que quien tiene el poder en la sociedad lo pueda seguir manteniendo. Punto final. Podrá tener una cara más amable (por ejemplo, nuestro actual sistema) o más dura (el fascismo franquista); podrá ser una monarquía parlamentaria o una república pero, en esencia, será siempre lo mismo: el poder organizado de una clase social frente a otra.
Quizá, con un poco de inocencia podríamos pensar que lo ideal, lo más bonito, sería que se pudiera dejar atrás el Estado enseguida, que se pudiera pasar de la opresión que ejerce el Estado Capitalista a una sociedad igualitaria donde todo el mundo fuera feliz y no existiera la necesidad de un ejército, de un gobierno, de una cárcel. Pero no se puede, no es posible. El mundo, actualmente, es lo que es y no lo que nosotros desearíamos que fuese. Por ello, la alternativa es clara: o el Estado Capitalista, que ejerce su opresión contra la mayoría de la población, es decir, que ejerce su opresión contra los trabajadores que generamos la riqueza que permite mantener todos los derechos del país... o, por el contrario, el Estado Socialista, que defiende los intereses de nosotros los obreros, de los trabajadores, que defiende, en definitiva, los intereses de la mayoría de la población frente a los ataques de esos "pocos viejos ricos" que seguirán queriendo mantener su cota de poder.
Si cuando pensamos en una dictadura, pensamos en un modelo de poder político como el de Franco, Miguel Primo de Rivera o Mussolini, entonces no, los Estados Socialistas no son dictaduras. De hecho, una simple búsqueda en internet puede mostrarnos información sobre el sistema soviético o el cubano, por poner dos ejemplos, y demostrarnos que, en realidad, hay en ellos mucha más democracia que la que hay, sin ir más lejos, en España o en cualquier otro país europeo contemporáneo. En este sentido, los Estados Socialistas son democracias populares.
¿Y por qué dominar una clase frente a otra? ¿Por qué no un Estado "para todos"?
Pues, simplemente, porque no se puede. Las clases sociales se configuran en función de intereses que no se pueden conciliar. El problema no consiste en que uno del Madrid se haga amigo de uno del Barça, no es una cuestión de tolerancia y respeto. El conflicto principal en las sociedades capitalistas es la contradicción entre capital y trabajo, es decir, el hecho de que los trabajadores produzcan la riqueza pero un reducido número de personas se apropien de ella. Estos dos intereses (el del productor y el de del que se adueña de la riqueza) no pueden ponerse de acuerdo entre ellos. Es muy simple: como dice el refrán, soplar y sorber, no puede ser.
Sería de una gran ingenuidad pensar que puede haber un Estado neutral, porque siempre pertenece a alguna clase social. Y las ingenuidades en política se pagan. De hecho, algunos partidos como el PCE olvidaron esta dura verdad y desarrollaron teorías como el Eurocomunismo (que de comunista tenía solo el nombre) que llevaron a un retroceso muy importante al movimiento obrero en general y al movimiento comunista en particular.
No es posible un Estado neutral, un "Estado para todos". El Estado debe reprimir, esa es su naturaleza. Y también hay que entender que no existe una dicotomía dictadura-democracia como valores absolutos (en la que los Estados solo pueden ser una u otra cosa). Un Estado, que jamás es neutral porque siempre pertenece a una clase, no es "solo una dictadura" o "solo una democracia": un Estado es, a la vez, una dictadura para una clase social y una democracia para la otra. Si no hubiera enfrentamientos entre ambos grupos sociales, si no hubiera lucha de clases, la existencia misma del Estado no tendría sentido: por eso, el objetivo del Estado Socialista, que es democrático para la amplia mayoría de la sociedad (los obreros, los trabajadores) es el de dejar de ser necesario, es liquidarse. Los comunistas queremos construir el Estado Socialista, es decir, la democracia popular, para que con su desarrollo deje de ser necesario y vaya desapareciendo. Los comunistas no defendemos una utopía: El Estado Socialista es la democracia de los trabajadores, que somos la práctica totalidad de la sociedad.
Nos dejamos aún muchas cosas en el tintero y las expondremos. Pero eso será en futuros artículos en los que demostraremos que el socialismo no fracasó, que el capitalismo no es el fin de la historia. Seguimos luchando porque sabemos que el comunismo es la juventud del mundo.