Hace pocos días se celebró en Turquía un referéndum con gran importancia política, y para comprenderlo mejor en TintaRoja contamos con una entrevista a la Juventud Comunista de Turquía (TKG), a la que agradecemos esta entrevista. Con la poca información que nos dan los medios oficiales, las claves que nuestros camaradas turcos nos aportan son de gran interés para comprender la situación.
TR: En primer lugar, ¿podríais hacernos una pequeña introducción sobre el referéndum, una pequeña contextualización que explique las razones, tanto oficiales como no tan oficiales, por las que se va a llevar a cabo?
TKG: Resumidamente, el 16 de abril los ciudadanos votaron una propuesta de reforma constitucional, la cual comprendía 18 artículos referidos al poder ejecutivo. Antes del referéndum, Turquía era una democracia parlamentaria cuyo poder ejecutivo era ejercido por el Gobierno y por el Presidente de la República. Los miembros del Parlamento eran los que votaban al Presidente de la República, pero esto ha cambiado con la reforma constitucional, que delega esta decisión en el voto general de los ciudadanos. Por tanto, Erdogan ya estaba ejerciendo la presidencia como "el primer Presidente de la República elegido por los ciudadanos", pero todo ello no ha sido suficiente para hacer que una figura política como él se sienta seguro. Por esta razón el presidente ha solicitado la creación de unas bases legales que rijan sus acciones en caso de que se diese un juicio en el futuro.
La reciente propuesta la puso en marcha el partido en el Gobierno para consolidar el poder entorno a su líder, Recep Tayyip Erdoğan. Básicamente, estuvieron recomendando una especie de sistema presidencialista que permitiera al Presidente conformar un Gobierno con un único partido independientemente de los resultados de las elecciones parlamentarias y, además, le otorgase la autoridad suficiente para designar la mayoría de los miembros de la Cámara Alta. Con todo este poder, el Presidente tendrá también el derecho de mantenerse encargado de su partido de forma oficial.
A pesar de que la ambición de Erdogan de salvarse a sí mismo fue un incentivo para el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo - partido en el Gobierno), en tanto que llevaba dichas enmiendas a la Asamblea Nacional, la necesidad de un sistema presidencialista en Turquía fue expresada anteriormente en varias ocasiones por algunos políticos y capitalistas reconocidos. Como una cuestión de hecho, para fortalecer el ejecutivo y hacerlo más invulnerable en el contexto de crisis económica, o cualquier otro problema externo tal como la inquietud popular. En definitiva, viene en beneficio de la burguesía, que busca la seguridad y el mantenimiento del sistema capitalista. Si Erdogan fuera un actor de más confianza, los grandes monopolios en Turquía adoptarían este nuevo sistema con gran entusiasmo. Por ahora, están satisfechos con los últimos resultados y saludan el sistema presidencialista tal como es ahora.
TR: Sobre estos temas, ¿a qué consideráis que responde esta llamada al referéndum? ¿Quién está interesado en ello y por qué? ¿Creéis que el fallido golpe de estado ha podido influir en ello?
TKG: Como podéis entender, el referéndum deja el poder absoluto en manos de Erdogan, pero solo si obviamos la realidad política, en contradicción con este nuevo sistema político. La mayoría de los electores rechazaron el sistema presidencialista a pesar de todas las amenazas y presiones del Gobierno; a pesar de todas las irregularidades y el pucherazo organizado por el Consejo Supremo Electoral (YSK).
Ellos pueden declararlo como una victoria, y puede convertirse en el resultado oficial, pero la realidad política no puede ser obviada. No pensamos que ese resultado vaya a responder a las necesidades del Gobierno, ni tampoco va a ayudar a superar la inestabilidad política. La economía turca está debilitándose, y existe un gran descontento hacia el Gobierno...
Más allá de estos hechos, por supuesto que el golpe de estado fallido forzó al AKP a una actuación rápida para tomar las medidas políticas contra los opositores. Realizaron una gran purga en el seno de las instituciones públicas, lo cual les enfrentó con la cuestión de la gestión del aparato del Estado. Este nuevo sistema está pensado para ser una barrera contra cualquier otro intento de derrocar al gobierno que venga desde dentro del Estado, dándole todo el control al Presidente.
TR: Apelando a los resultados, hemos podido ver que lo consideráis un referéndum ilegítimo. ¿Podríais profundizar en las valoraciones del resultado y las consecuencias a corto medio-plazo? ¿El gobierno ha salido reforzado?
TKG: Independientemente de lo que digan los partidos de la oposición burguesa, el referéndum era ilegítimo a los ojos del pueblo y debe ser rechazado. No solo por lo que pasó en la fecha en que se celebró el referéndum sino también porque el mismo AKP es un partido ilegítimo. Este gobierno tiene un carácter fundamentalista, pro-mercado y antipopular, por no hacer mención a sus tendencias fascistas y los crímenes contra los pueblos.
Pero, una vez más, la socialdemocracia y los partidos de la oposición parlamentaria están cometiendo otra gran traición contra el pueblo. Justo después del referéndum, el principal partido de la oposición socialdemócrata (CHP), declaró el referéndum como ilegítimo pero no llevaron a cabo las acciones necesarias para actuar en consecuencia con sus declaraciones, a excepción de la aplicación del YSK para la cancelación del referéndum. Su principal preocupación es la preservación de la estabilidad política, la seguridad del orden y su control sobre las masas. Por lo que no arriesgarán, por el bien del sistema capitalista.
Por otro lado, el partido pro kurdo, el HPD (Partido Democrático del Pueblo), solicitó al Gobierno el comienzo de un nuevo proceso de paz con el objetivo de resolver la cuestión Kurda. La mayoría de liberales y algunos columnistas de los medios pro-gobierno sugirieron al AKP dar una respuesta positiva a esta cuestión.
Así, Erdogan y su partido decidirán qué camino escoger: bien incrementarán la presión y darán la batalla contra toda posibilidad, o bien aliviarán la tensión y se comprometerán en algunas cuestiones de cara a estabilizar su posición.
Por otro lado, mientras Erdogan lucha para salvarse a sí mismo y a su familia, entiende que sólo puede sobrevivir con la aprobación de la clase capitalista turca. Por eso intenta referenciarse a sí mismo como alguien valioso, librando una guerra contra todas las fuerzas de la clase trabajadora. Con este nuevo sistema podemos esperar que implemente las medidas antipopulares que se espera que estén en su agenda de forma más agresiva.
Como siempre decimos, la fuerza del Gobierno procede primeramente de la desorganización del pueblo y de los pactos hechos por la socialdemocracia. Pero existe una energía acumulada en los años anteriores que vino muy cercana al momento de explosión del 16 de abril. Así que, hasta donde nosotros consideramos, después del referéndum, la posición del Gobierno no se ha visto reforzada sino agitada por el pueblo. Ahora, el Comité Central de nuestro partido ha dejado en nuestras manos el deber de organizar los Comités del Pueblo Contra la Presidencia. Esto será el comienzo de una nueva fase en nuestra lucha.
TR: Hemos podido observar que habéis hecho una intensa campaña para confrontar el referéndum. Podríais resumir cuáles han sido las cuestiones centrales en la intervención política del TKP y de la TKG respecto de la clase trabajadora y las principales actividades que habéis desarrollado?
TKG: En declaraciones y acciones el TKP y la TKG enfatizamos que independientemente del resultado del referéndum, el pueblo debe estar organizado para afrontar la llegada de la ofensiva reaccionaria y pro-mercado. La idea principal de nuestro trabajo entre las masas es que en ambos escenarios -sea el resultado del referéndum "sí" o "no"- las masas trabajadoras y populares no estarán representadas políticamente salvo que estén organizadas en defensa de sus propios intereses. Nuestro lema fue "No es suficiente, pero NO", indicando que votar por el "no" en el referéndum no sería una solución por si misma pero debería estar reforzada con la lucha organizada, teniendo en cuenta la totalidad de la lucha contra el AKP y el capitalismo.
En este sentido, intentamos explicar por qué los trabajadores y los jóvenes deberían votar "no" en el referéndum. Distribuímos en los barrios populares y en los centros de las ciudades miles del "periódico de los trabajadores" con el título de "nada es suficiente para los trabajadores excepto el NO". A pesar de las restricciones y provocaciones, organizamos charlas en las universidades a lo largo del país. Nuestros esfuerzos han ido dirigidos a dar un carácter militante y obrerista al lado del "no".
TR: En relación a esta última pregunta, hace poco recibimos la noticia de que las autoridades turcas intentaron reprimir y silenciar vuestra actividad política, ¿cuál es la situación de estos camaradas?
TKG: Creemos que nuestra posición era muy peligrosa para la clase dominante y que el AKP estaba teniendo problemas con la trabajo del TKP. Las campañas del "no" llevadas a cabo por otros partidos políticos buscaban la negociación con Erdogan desde el primer momento del proceso del referéndum. No se opusieron al orden social que creó los problemas de hoy y nunca mencionaron las prácticas antipopulares y anti-laicas del AKP. Su objetivo era persuadir a los votantes del AKP para que votasen "no" en el referéndum "sin asustarlos". Por lo que trataron de mantener la "paz social", si es que acaso la hay...
Por otro lado, tomamos una postura militante con una posición política la cual se entiende y es asumida por gran parte de los votantes del "no". La respuesta que recibimos en la calle es muy positiva y cuando llamamos a manifestarse en Estambul, no se arriesgaron a que esto ocurriera. Esta vez llamamos a una concentración masiva más grande pero nos encontramos con la misma restricción legal. Durante nuestra campaña para el referéndum, muchos de nuestros camaradas fueron puestos bajo custodia con el pretexto del estado de emergencia. El AKP puso gran esfuerzo en ilegalizar todo nuestro trabajo, lo cual no hizo más que atraer la atención de la gente a la línea política de nuestro partido. Nuestros camaradas están bien. Los mantuvieron bajo custodia durante 6 días por llamar a la gente a no rendirse y a clamar "no".
TR: Algunas protestas han empezado en muchos barrios en contra de los resultados del referéndum; ¿pensáis que puede ser el comienzo de un nuevo ciclo de lucha importante? ¿De qué forma estáis el TKP y la TKG participando en ellas?
TKG: Las protestas empezaron la noche del referéndum y continuaron durante varios días. Fue una respuesta crucial para reunir en las calles a miles de personas bajo la sombra de la mayoría de votos a favor del "sí" y bajo un estado de emergencia. Estábamos a la cabeza con nuestras pancartas de "Boyun Eğme". Pretendimos mejorar el contenido político de las manifestaciones, no haciendo concesiones al Gobierno y enfatizando el contexto político que nos había llevado a tal punto. Esto no quiere decir que hayamos participado en todas las protestas. En caso de manifestaciones extrañas con eslóganes políticamente débiles y organizadores poco fiables detrás, preferimos alejarnos de la protesta pero continuar nuestro trabajo político en las calles. La energía expresada en las protestas decreció en unos pocos días, paralizando otros grupos de izquierdas y dejándolos solos con sus demandas técnicas de la YSK. Sin embargo, nuestro trabajo político después del referéndum resultó muy fructífero. Tuvimos la oportunidad de ver la correlación en el plano concreto entre la creciente desconfianza del pueblo hacia las políticas burguesas y su interés político en nuestras posturas políticas.
TR: ¿Cuál ha sido el papel del Oportunismo en todo este proceso?
TKG: A lo largo del periodo del referéndum el oportunismo hizo campaña por el "no", pero eso no significa que estén descontentos con los resultados obtenidos. Desde los partidos parlamentarios hasta los más pequeños grupos trotskistas o anarquistas, el oportunismo ha pronunciado el mismo discurso, centrandose en el hecho de que Erdogan estuviese sobrepasando los límites y liderando una polarización social y, al mismo tiempo, reconociendo una posición legítima para el AKP. Dejando a un lado las discrepancias ideológicas que para un marxista suponen hablar de polarización social, la principal tarea de otros grupos de izquierdas durante el proceso del referéndum han sido convencer a la derecha de la campaña del "no" y buscar la mayor influencia a su alrededor. Evadieron la tensión política en busca del apoyo de los partidos de derecha por lo que evitaron hacer mención a los crímenes de Erdogan y su partido. Difundieron ideologías liberales y conservadoras entre las masas populares e incluso hicieron declaraciones xenófobas para convencer a los nacionalistas de votar no.
Al final, el 51,5% de votos por el "sí" resultó ser lo ideal para el imperialismo, la burguesía turca y los oportunistas como su instrumento político. Las fuerzas del orden parecen buscar una relativa estabilidad para conservar sus posiciones. Este resultado aporta el mantenimiento del orden por un corto periodo de tiempo, pero también da la oportunidad de limitar a Erdogan y advertirlo o corregirlo si es necesario. Dados estos factores, se vuelve comprensible por qué los oportunistas no mostraron ninguna muestra de abandonar sus posiciones parlamentaristas contra los escándalos electorales y pretendieron restringir el contenido político de las protestas con demandas técnicas frente a los edificios del YSK e incluso trataron de prevenirlos.
TR: Para terminar, ¿qué lecciones extraéis de este proceso? ¿Qué dirías sobre la herramienta del referéndum, en general, y concretamente cuando lo convoca un Gobierno burgués?
TKG: Si uno trata de definir la función social del oportunismo, se dará cuenta de que tiene algo que ver con la desesperanza. No debe ser difícil para los Gobiernos burgueses decidir en los referéndums en los que ellos formulan su pregunta y esperan que sea respondida por las masas indefinidas diciendo simplemente "si" o "no". Esos grupos extensos reunidos en estructuras amorfas son el escenario perfecto para el oportunismo.
Incluso antes del referéndum, ya éramos conscientes de cómo el oportunismo en Turquía adora las elecciones. Realizados nuestros análisis sobre una posible reestructuración capitalista de los escenarios en Turquía, éramos lo suficientemente realistas para prever que no seríamos el mayor representante del "no". Sin embargo, también éramos conscientes de las inconformidades políticas del pueblo y pretendimos extender nuestra influencia política sobre los votantes del "no". Después del referéndum, podemos decir que hemos desarrollado considerablemente nuestra influencia política y hemos adquirido acceso a largo plazo a determinadas posiciones sociales gracias a nuestro discurso y postura fidedigna durante esta experiencia crucial para Turquía.
TR: Muchas gracias por vuestra atención y os deseamos grandes éxitos en la lucha.
TKG: Igualmente, muchas gracias por vuestro interés y esperamos poder seguir contando con vuestro apoyo.