Muchos jóvenes no pueden disfrutar de unas vacaciones porque durante el verano trabajan por conseguir un dinero que les permita aportar a su familia, costearse unos estudios cada vez más caros o directamente obtener un sueldo que les permita subsistir durante al año. Como es en la costa donde se genera una gran cantidad de empleo en verano, muchos se desplazan ahí.
Las dos características claves del empleo en la costa son la temporalidad y la precariedad. De esta manera, los capitalistas del turismo se lucran con la ayuda de Empresas de Trabajo Temporal (ETT) como Adecco. Y, además, en muchos casos, los jóvenes tienen que dedicar una parte del salario a costearse el lugar de alojamiento en esas fechas, pues no tienen alojamiento ahí ni la empresa se lo ofrece.
Este es el futuro que proporciona la Unión Europea a la juventud, convirtiendo nuestro país en el "parque de atracciones" de Europa, mientras los jóvenes de la burguesía pueden disfrutar de estos meses sin ninguna preocupación acerca de su futuro.