
 
“Les digo que se vayan a sus casas con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada. Esta noche, cuando acaricien a sus hijos, cuando busquen el descanso, piensen en el mañana duro que tendremos por delante, cuando tengamos que poner más pasión, más cariño, para hacer cada vez más grande a Chile, y cada vez más justa la vida en nuestra patria” [1]. Efectivamente, Salvador Allende al momento de la victoria electoral que esta distaba mucho de ser sinónimo de “conquista del poder”, y que por tanto, para consolidar la victoria de la clase obrera y del pueblo en todos los terrenos de la sociedad y en el largo plazo, la Unidad Popular entendía que entre los aspectos relevantes y que eran necesarios de afirmar, además de la producción y la educación, se encontraba la cultura.