Antón Makarenko se diferencia de otros muchos pedagogos en que él no realizó su trabajo aplicando la teoría de los libros a la realidad y tratando de hacer coincidir esa realidad con la teoría aunque estuvieran en clara discordancia. La importancia de Makarenko radica en que elaboró su teoría a partir de la experiencia práctica que le proporcionó la dirección de una colonia de niños conflictivos en los primeros años de la Rusia soviética. Por ello su teoría es, sin duda alguna, una pedagogía revolucionaria.
Antón Makarenko formó su pedagogía al calor de los constantes debates que después de 1917 se abrieron entre los educadores rusos. De hecho, llegó hasta tal punto su confrontación con otros pedagogos, que en diversas ocasiones fue amenazado con ser retirado de su puesto en la colonia de niños conflictivos que dirigía. Y es que, aun a pesar del derrocamiento de la burguesía y la nobleza zarista, muchas de sus ideas aun persistían en la sociedad, aún más entre los trabajadores intelectuales, muchos de los cuales no provenían de la clase obrera y habían sido formados con los métodos antiguos.