Ya tenemos en Barcelona (o más bien en L'Hospitalet) un año más el Mobile World Congress, el mayor evento en tecnología de la comunicación del mundo. Tras batir récords de asistencia y de ingresos año tras año (465 millones de euros el año pasado) ni la Generalitat ni el gobierno central están dispuestos a dejar escapar semejante botín, a pesar de que les (nos) cueste retenerlo 30 millones de euros.