12 de octubre, Día de la Hispanidad, durante el franquismo Día de la Raza, Día de Colón en algunos países de América. Estas y otras denominaciones designan la celebración del día en que "el imperio español empezó el holocausto más grande de la historia[1]" y en que “"se inició una de las páginas más bochornosas de la historia universal"[2], despojando de su identidad y de su vida a miles de indígenas de los pueblos que habitaban el continente americano cuando un 12 de octubre de 1492 los invasores castellanos al mando de Cristóbal Colón divisaron tierra, “Las Indias” .La conquista, que no el descubrimiento de América, supuso el expolio y saqueo de los recursos energéticos, riquezas, conocimientos e indígenas de culturas milenarias por parte del Imperio Español.

Sin embargo, una Historia bien distinta es la que ha impulsado el neoimperialismo y los sectores más patrióticos, con el franquismo a la cabeza, que con el concepto de “Hispanidad” pretenden justificar y ensalzar lo que en el siglo XVI se llamó catequización: la imposición a sangre y fuego de un sistema de dominación y de esclavitud de los indígenas, así como de imposición de la cultura propia borrando todo resto de la autóctona.

Franco también conservó esta fecha como el Día de la Raza, toda una declaración de principios, y hoy en día son numerosos los países latinoamericanos que, renegando de su pasado y de su identidad, celebran este día. Sólo en Venezuela y Nicaragua, dos pueblos que luchan por su emancipación, conmemoran esta fecha como el Día de la Resistencia Indígena.

Dice Eduardo Galeano[3] que “la historia del subdesarrollo de América Latina integra la historia del desarrollo del capitalismo mundial”. Es la división de opresores y oprimidos la que, de nuevo, subyace en la historia de sumisión de los pueblos latinoamericanos. Este autor pone de relieve cómo el saqueo de las minas y otros recursos de los pueblos conquistados impulsaron el florecimiento económico de la burguesía europea, y luego mundial, que hoy nos explota. Los mismos Marx y Engels pusieron también de relieve que “los nuevos productos, importados de esas regiones y, en particular, las grandes cantidades de oro y plata que entraron a la circulación, modificaron totalmente la posición recíproca de las clases y asestaron un rudo golpe a la propiedad feudal de la tierra y a los trabajadores, al tiempo que las expediciones de aventureros, la colonización y, ante todo, la expansión de los mercados hacia el mercado mundial, ahora posible y en vías de realización día tras día, inauguraron una nueva fase del desarrollo histórico [del capitalismo]” [4]

Pero además, no hay que olvidar que el saqueo no terminó con la expulsión de los conquistadores coloniales españoles y la proclamación de independencia de las diferentes repúblicas suramericanas. En la época contemporánea se da un nuevo tipo de explotación, incluso más adecuada para las metrópolis, ahora industriales y financieras en forma de monopolios. El imperialismo sigue atacando y adueñándose de los recursos y materias primas de los pueblos autóctonos. Las garras del imperialismo yanqui junto a los imperialismos europeos y también del Estado Español (como REPSOL o Banco Santander) se clavan en el suelo latinoamericano.

Por otro lado, el Día de la Hispanidad es el día del colonialismo español, en el que los sectores más retrógrados de la sociedad salen a la calle envueltos en sus banderas manchadas de sangre indígena. El Ejército y la Guardia Civil, brazos armados del aparato represor del Estado Español junto con organizaciones netamente fascistas proclaman, como en otros tiempos, el día de su raza e imponen la opresión a la clase obrera y pueblos que, como los indígenas amerindios, reivindican su derecho a la libre autodeterminación. Así, este 12 de octubre de 2013 una manifestación convocada por la plataforma 'La España en Marcha', compuesta por  Alianza Nacional, Democracia Nacional, Nudo Patriota Español, La Falange y Movimiento Católico Español en Barcelona lucía en una de sus pancartas el lema “No pediremos perdón por nuestra historia. 12 octubre de 1492. Siempre orgullosos”[5].

Ante esto, la clase obrera, históricamente explotada tal y como lo es y ha sido el pueblo latinoamericano, debe tener muy claro que no hay nada que celebrar. Los y las comunistas apoyamos los procesos de emancipación que continúan en América Latina contra cualquier tipo de imperialismo, así como de cualquier pueblo que lucha por su independencia y libertad, condición sine qua non en el camino hacia el socialismo y el internacionalismo. Contra la manipulación histórica rechazamos el discurso patriótico del Día de la Hispanidad.