• Un acuerdo de aumento de las horas destinadas a la docencia pone en serio peligro la permanencia de los puestos de trabajo
• Los profesores temen que con este acuerdo se lleve a cabo un ERE

El Consejo de Gobierno ha aprobado a espaldas del profesorado de la Universidad de Zaragoza una nueva normativa de horarios dedicados a la docencia, se pasa de 240 horas a 300, lo que es muy probable que se traduzca en una serie de despidos de profesores, sobre todo interinos.

El profesorado pide que se tenga en cuenta el trabajo que dedican estos profesores a elaborar guías docentes, tutelar trabajos de grado y llevar a cabo tutorías con alumnos fuera de horario, algo que no ha parecido importar al Consejo de Gobierno.

La realidad en la Universidad de Zaragoza es bastante cruda y esto es un nuevo ataque a la calidad de la educación pública que, unido a los problemas de infraestructuras como la facultad de Filosofía y Letras con aulas inhabilitadas por derrumbes del techo, demuestran el interés nulo de las instituciones aragonesas en mejorar la educación pública siendo el paso previo para empezar a privatizarla.

Un nuevo ataque a la Universidad de Zaragoza que, tras las grandes restricciones de presupuesto significa un nuevo empeoramiento de la calidad educativa y una mayor elitización de la educación.