• Se trata de jóvenes que abandonan los centros tutelados, immigrantes o fugados de casa por problemas domésticos
• El año pasado se tramitaron 82.000 expedientes judiciales por desahucio
• De 6.000 viviendas prometidas por el estado, se han entregado menos de 500

El reciente informe de la Fundación Simetrías presentado en la conferencia del foro Children Rough Sleepers nos proporciona algunas estadísticas sobre los jóvenes sin hogar con las que nos podemos hacer una idea de la dimensión de este grave problema.

El perfil de estos jóvenes son aquéllos que "al cumplir los 18 años deben abandonar los centros tutelados, los inmigrantes no acompañados, los fugados del hogar y los que residen en infravivienda vertical o asentamientos", es decir, viviendas sin las condiciones mínimas para ser habitadas o chabolas de cualquier tipo.

Antes de la crisis capitalista, en 2007, había 30.000 jóvenes tutelados mientras que actualmente hay 41.000 jóvenes en el sistema de protección: 14.000 en centros de protección, 14.000 están con su familia extensa (tíos y abuelos) y 13.000 en familias de acogida. Estos jóvenes deben dejar los centros de protección al cumplir 18 años y de ellos acaban en la calle quienes no tienen familia de referencia, amistades con las que hospedarse y no pueden optar a las ayudas para acceder a una vivienda tutelada.

También acaban en la calle aquellos jóvenes que se fugan de casa y los que son denunciados por sus padres por malos tratos, actitudes que nacen de la frustración en los jóvenes ante su situación familiar, económica, laboral, etc. En 2013 se presentaron 13.000 denuncias por fuga de menores de las que solo se siguen investigando 460, ya sea por que se resolvieron o se retiraron, y 9.000 jóvenes fueron denunciados por sus padres por malos tratos.

Existe la situación, sin datos estadísticos, de menores inmigrantes no acompañados e indocumentados que se alojan en centros de protección de menores de los que se terminan fugando si no ven expectativas de avanzar en sus objetivos.

El año pasado se tramitaron 82.000 expedientes judiciales por desahucios que han empujado a la calles o al chabolismo a muchas familias con hijos sin posibilidad de compartir la vivienda con familiares o conocidos.