• De las 13.508 solicitudes que recibió el Ministerio solo se ha dado concesión a 8.857.
•  Los criterios de selección son cada días más elitistas, la exigencia de un nivel B2 de idioma deja fuera miles de estudiantes de extracción obrera y popular. 

Que baje el numero de oferta en becas Erasmus para el curso 2014/2015 no resulta desde luego una noticia, entendiendo como noticia algo sorprendente, sino más bien una evidencia, que ya no impresiona a nadie, del proceso de desmantelación de la universidad pública en base a los intereses empresariales. El Ministerio de educación ha hecho pública la resolución provisional de las ayudas Erasmus para el próximo curso, ayudas de las que se podrán beneficiar 8.857 estudiantes, 8.121 universitarios y 736 no universitarios. Esto, echando un vistazo al número de solicitudes, quiere decir que de las 10.000 becas convocadas un 1.143 se quedarán sin cubrir.

Mientras que de las 13.508 solicitudes que recibió el Ministerio solo se da una concesión de 8.857, aumentan a su vez los requisitos que se exigen para poder optar a ellas. En la actualidad es preciso haber superado al menos 60 créditos de la carrera y acreditar un nivel B2 o equivalente en el idioma del país de destino, una barrera casi infranqueable para los hijos e hijas de la clase obrera que difícilmente pueden costearse la formación de dichos idiomas. Es precisamente la barrera del idioma, la obligatoriedad de contar con unos conocimientos que no están disponibles de forma pública en la educación española; la que ha hecho que se queden cerca de un millar de plazas sin cubrir.

Todos los estudiantes de familias trabajadoras que deseen cursar estudios internacionales se encontrarán con innumerables trabas y barreras para poder cumplir sus deseos formativos. La elitización y privatización de las becas Erasmus, no es más que otro paso dentro de la exclusión de los hijos e hijas de los trabajadores de la educación. Los gobiernos nacionales y los organismos europeos no quieren jóvenes trabajadores con grandes niveles de cualificación, sino mano de obra barata que trabaje por salarios ínfimos, y para ello no hace falta viajar al extranjero. El Ministerio de Educación tenía cerca de 18 millones de euros presupuestados para las ayudas Erasmus, finalmente se deja cerca de un millón de euros sin asignar, millón de euros que no serán invertidos en beneficio de los estudiantes a pesar de estar presupuestados para ello.