- En 2013 se registraron 40 casos de denuncias por abusos sexuales durante San Fermín.
- Lo único que ha sabido hacer el gobierno es ofrecer unos "consejos" que responsabilizan a las mujeres de las agresiones.
Empiezan unas fiestas de San Fermín donde tras los graves acontecimientos del año pasado se quiere hacer visible la problemática de las agresiones sexuales contra las mujeres.
El gobierno ha lanzado una serie de "consejos" para la prevención de la violación al calor de esta alarma [1]. Y esto realmente es lo que debe parecernos alarmante en todas sus perspectivas. Desde el hecho de que se pueda pretender colocar cierta parte de responsabilidad a quien sufre una violación situando responsabilidades de su parte que podrían evitar el hecho. Hasta la última de las recomendaciones donde sitúa cuales son las actitudes correctas una vez la violación se está produciendo y es un hecho inevitable " procure entablar conversación con el presunto violador.....Todo ello, mientras observa los rasgos físicos de su agresor, en la medida de lo posible."
Lo lamentable es que esto no es nada nuevo, aunque sí de peor gusto, son muchas las estrategias que sitúan a las mujeres problemas propias que habrán de resolver por si mismas.
Pero todas estas intentonas de aislar la lucha de la mujer obvian deliberadamente una cuestión que es que la violencia contra las mujeres, en cualquier forma que se presente (física, psicológica, verbal, racista...) tiene unas causas políticas económicas y sociales específicas.
El capitalismo en descomposición engendra estas condiciones de violencia e individualiza tanto su origen como sus consecuencias. Pero la violencia general que las mujeres pueden sufrir no tiene nada que ver con un hecho fortuito, o de "temeridad" por su parte. La violencia del desempleo, de la mayor explotación salarial, la vulnerabilidad económica propia y del entorno, las exigencias físicas para mantener o alcanzar un puesto de trabajo... Son episodios del sometimiento más violento al que el capitalismo condena a la mujer trabajadora, y coloca en su responsabilidad todos ellos, así como ahora quiere hacerlo con el delito de violación.
Por encima de todo, lo fundamental es que las mujeres no se coloquen en estos postulados ni carguen sobre sus hombros ninguna de estas responsabilidades. Porque sólo con la conciencia clara de que es la degeneración del capitalismo, con la subvaloración de la mujer en todos los ámbitos (división del trabajo, subordinación del trabajo doméstico, violencia....), estaremos dando un primer paso de avance para luchar contra la violencia hacia las mujeres en cualquiera de sus formas.
Notas:
