-las edades a las que los jóvenes comienzan a consumir estos estupefacientes se sitúa entre los 13 y los 16 años.

-la percepción sobre las consecuencias de su consumo es muy baja entre los jóvenes.

Un gran número de expertos en adicciones reveló el pasado jueves una serie de datos alarmantes sobre los patrones de consumo de alcohol y otros estupefacientes entre los jóvenes.  Ha aumentado la ingesta de alcohol entre la juventud, de manera intensiva los fines de semana, y ha descendido ligeramente la edad a la que entran en contacto con él.

Respecto a las drogas es relevante el caso de las mujeres jóvenes, en las que se ha visto un incremento en la precocidad en el consumo de distintos estupefacientes, sobre todo cannabis. 

Los expertos han hecho hincapié en la necesidad de mostrar de forma mas eficaz los efectos nocivos sobre los jóvenes, tanto físicos como psicológicos y sociales, a la vez que impulsar las alternativas sanas al ocio basado en el consumo de alcohol y otras sustancias.

La falta de espacios públicos y actividades alternativas al alcance de los jóvenes de extracción obrera y popular contradice la necesidad de impulsar estos programas alternativos de ocio sano.  La crisis ha acentuado terriblemente la falta de opciones de entretenimiento de la juventud a la vez que ha creado una coyuntura social, con índices extremos de paro y una pobreza creciente, que supone un caldo de cultivo para que la juventud opte por este tipo de ocio nocivo. La precarización de la educación supone también un obstáculo a la hora de combatir mediante la información debidamente asimilada el consumo de alcohol y estupefacientes entre los jóvenes.