• Sahara Occidental es uno de los pocos lugares en el mundo donde no pueden vigilarse las violaciones a Derechos Humanos
• Cada vez mas jóvenes abogan por la vuelta a la violencia

El pasado 30 de abril se conocía la noticia: tras un pulso con Marruecos el Consejo de Seguridad de la ONU ha decidido mantener su misión en Sáhara Occidental, Minurso, pero sin ampliar las competencias en vigilancia de Derechos Humanos. O lo que es lo mismo, habrá miembros de Naciones Unidas pero no podrán hacer nada contra las violaciones de Derechos Humanos.

 Mientras se conocía la noticia un equipo de El Diario se encontraba en Dajla con motivo de la celebración de FiSahara, un festival de cine. Los reporteros aprovecharon la noticia para hablar con jóvenes de la zona. Muchos de ellos se replanteaban volver a las armas: ‘Lo que te han quitado por la fuerza sólo se puede recuperar por la fuerza’, sentenciaba uno. ‘La guerra no es la solución pero tenemos que hacer algo para desatascar esta situación y cada vez somos más jóvenes que pensamos que la estrategia pacífica no funciona’ es otra de las frases que recoge el Diario de otro de los jóvenes.

 Por un lado la primera noticia demuestra la hipocresía de un organismo como Naciones Unidas; organismo que, por otra parte, tampoco es bandera de la paz y liberación de los pueblos como ha demostrado desde su creación manteniendo, entre otras muchas violaciones a los derechos de los pueblos, el bloqueo de Estados Unidos a Cuba por el derecho a veto del primero.

Precisamente Estados Unidos ha sido el país que parece que más a pujado por conseguir una mayor protección de los Derechos Humanos en la zona. Dato curioso si recordamos las violaciones de Derechos Humanos que este país ha llevado a cabo y sigue llevando en Irak o Guantánamo, por citar algunos ejemplos. Así se demuestra que para EEUU es sólo una cuestión de estrategia política; su intervención en pro del pueblo saharaui no es tal sino simplemente un intento de desestabilizar y restar poder a Marruecos por los intereses que EEUU ha demostrado en la zona. 

Por otro lado se ve el desgaste en el pueblo saharaui que ya no se cree las mentiras de Naciones Unidas. Las soluciones siguen sin llegar, los campamentos de refugiados son una realidad palpable y los saharauis ven como, día tras día, ningún organismo internacional quiere poner fin a su problema por lo que, los más jóvenes, se plantean buscar sus propias salidas

Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/quitaron-fuerza-solo-puede-recuperar_0_255125115.html