• Rosell considera que el salario de los trabajadores debe variar basándose en los resultados de la empresa
• Los mini-jobs implican menos salario, inestabilidad laboral e incertidumbre

Ayer ya comentábamos la propuesta que la CEOE ha lanzado al Gobierno pidiendo una rebaja en el SMI de los jóvenes. Esta reunión tuvo otra serie de propuestas no menos importantes para el futuro laboral de los jóvenes.

Entre ellas destaca la iniciativa lanzada por la CEOE para dar base legal a los ''mini-jobs''. Este término anglosajón hace mención a un tipo de contrato temporal, incluso por días u horas muy utilizado en otros países como Alemania. La propuesta de la CEOE pretende ''flexibilizar'' el mercado para bajar el paro. Rosell, presidente de la CEOE sentenció ''en Alemania hay menos paro porque el 25% de los contratos son mini-jobs''

La otra propuesta destacable es, en palabras del líder de la patronal, ''pasar de la cultura de lo fijo a la cultura de lo variable''. Es decir, que el salario de los trabajadores no sea fijo sino que se modifique dependiendo de los resultados de la empresa.

Ambas medidas no son sino un paso más en un proceso de pauperización absoluta de las condiciones de la juventud obrera. Los mini-jobs suponen una incertidumbre total para los jóvenes, que irán encadenando contratos temporales de días u horas sin saber si la semana que viene van a poder trabajar (y, por lo tanto hacer frente a los gastos del alquiler, luz, gas, comida…) sin un trabajo fijo, sin ganar derechos por antigüedad, no sabiendo si se cotizará o no… y un claro ejemplo de ello es Alemania. No queremos trabajo a cualquier precio sino queremos un trabajo que nos permita vivir.

Curioso es, además, que se pretenda paliar el paro con medidas que faciliten el despido. Así, la CEOE no quiere bajar las cifras de paro, o al menos no directamente; su finalidad es rebajar las condiciones de los trabajadores al mínimo para obtener el máximo beneficio.