• El delito de enaltecimiento del terrorismo se aplica con clara intencionalidad política.
• Se le pide una pena de 2 años de cárcel.

Hoy 10 de marzo se celebra en la Audiencia Nacional el juicio contra el rapero Pablo Hásel, acusado de un delito de enaltecimiento del terrorismo.

La fiscalía pide la pena máxima posible para este delito, 2 años de cárcel. Como ya se denunciara en su momento y se sigue haciendo hoy, los llamados delitos de terrorismo suponen un cajón de sastre en el que se puede acusar (y se acusa) de terrorismo a diversas actividades políticas.

La gravedad del hecho se constituye tanto en la arbitrariedad con la que pueden ser aplicados estos preceptos del Código Penal (en este supuesto por las letras de unas canciones, pero también por unas declaraciones o por un SMS en el que la policía pretende entender otra cosa) como en las desproporcionadas penas que incluyen algunos artículos y tipos delictivos. Concretamente hay que atender tanto a los años de cárcel que se regulan para los amplios ''delitos de terrorismo'' como a la pérdida de diversos derechos que lleva aparejado ser condenado por alguno de estos artículos.

Así, en este caso concreto, el aparto jurídico es utilizado claramente como un medio de represión de clase. Los jueces y tribunales penales parecen pasar por alto la comisión de grandes y graves delitos por parte de la burguesía mientras fijan su atención en criminalizar la protesta social.