- En el video se realizan preguntas de cultura general y en general los jóvenes no aciertan.
- Algunos incluso se quedan perplejos ante las preguntas.
Desde hace algunos días un video casero en el que se pregunta a varios jóvenes por cuestiones de cultura general pone en evidencia el bajo nivel cultural de estos. El video, si bien no es novedoso (pues también en el popular canal de videos pueden verse recopilatorios de respuestas cuanto menos graciosas en concursos o exámenes) sí pone de manifiesto el bajo nivel cultural de la mayoría de los jóvenes españoles.
Pese a que alguno sale al paso, la mayoría no saben decir en qué siglo ha reinado Juan Carlos I o cuándo comenzó la II Guerra Mundial. Aparte de las sonrisas que puedan despertar algunas respuestas o la cara de los jóvenes al oír por primera vez (o eso parece) algunos conceptos o nombres la realidad es que la situación económica así como una lógica en la cual la educación está al servicio de las empresas disparan los índices de absentismo escolar.
En la situación actual de crisis capitalista pero también de privatización y elitización de la educación es normal encontrarse con jóvenes que no acaban sus estudios o bien porque no pueden costeárselos o bien porque han de buscar trabajo para ayudar a sus familias. Tampoco son pocos los jóvenes que, analizando costes y beneficios, ven poco útil embarcarse en los estudios superiores, donde van a perder tiempo y dinero, para finalmente no encontrar nunca trabajo en este campo.
Pero la realidad es que también muchos jóvenes abandonan los estudios por otras causas. Por un lado las diferentes reformas educativas que cada vez más sitúan exámenes, pruebas externas y, en general, piedras en el camino de los estudiantes; que ven los estudios como una competición y que impide que jóvenes que puedan tener problemas puntuales o incluso ciertos déficits menores sean expulsados de un plumazo del sistema educativo.
Por otro lado contamos con un sistema educativo al servicio del capital, donde lo importante no es formar jóvenes con conocimientos que les sirvan tanto para crecer como personas como para su día a día (incluyendo el ámbito laboral) sino que el objetivo último es formar a trabajadores eficientes para la empresa. Esta lógica implica que muchos jóvenes abandonen los estudios al ver que no les son útiles.
