La represión policial en Zaragoza está incrementando exponencialmente. Después de las movilizaciones se producen cargas y disparos de pelotas de goma. Han sido detenidos más de 10 jóvenes.

El incremento de la represión durante los últimos tiempos en Zaragoza tuvo como respuesta la manifestación del sábado 25 de enero por el centro de la ciudad con la presencia de unas 4.000 personas.

En las últimas semanas se ha vivido un auténtico estado de sitio. Más de 10 personas han sido detenidas por la policía tras las diversas manifestaciones de apoyo al barrio de Gamonal, muchas de ellas jóvenes e incluso menores de edad; se han producido cargas con disparo de pelotas de goma, hecho inaudito en la ciudad desde hace muchos años; y la presencia de tocineras antidisturbios ha sido constante. Tampoco hay que olvidar anteriores episodios represivos, como las detenciones y carga durante la última huelga estudiantil del 24 de octubre.

Durante el recorrido, desde el Paraninfo hasta la Plaza del Pilar (enfrente de la Delegación del Gobierno), el bloque de los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) y el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) nos dejamos la voz coreando nuestras consignas: "De barrio a barrio, orgullo proletario" o "Luchar, luchar hasta vencer, luchar hasta llegar los obreros al poder", que combinamos con otras consignas como "Desahucian al obrero, rescatan a la banca" o "Libertad, libertad, a los presos por luchar". En todo momento mantuvimos una fuerte organización para evitar la represión.

En la Plaza del Pilar se leyó un manifiesto donde se denunció la escalada represiva y se exigió la eliminación de los cargos a las personas imputadas. Todo ello bajo la supervisión policial, con un dispositivo de unos 100 agentes distribuidos a lo largo del recorrido y en las calles adyacentes.

Solo finalizar la manifestación, los disturbios volvieron a generarse en las cercanías del barrio de la Magdalena. En esos momentos nuestro bloque ya había abandonado el lugar.

Nuestro "modus operandi" consiste en la lucha de masas, es decir, la lucha al lado de la clase obrera y el Pueblo en las movilizaciones que persiguen unos objetivos concretos, incluso exponiéndonos a la represión si la ley burguesa impide la realización de esos objetivos; pero rechazamos abiertamente el heroísmo individual desprovisto de un apoyo de masas, que termina cayendo en la espiral de la violencia por la violencia.