El nuevo recorte a las becas Erasmus hace imposible que el estudiantado de extracción obrera y popular pueda permitirse una estancia en el extranjero.

Por si no bastaba ya con las elevadas restricciones para la obtención de la beca Erasmus (derivadas principalmente de la necesidad de contar previamente con una beca del MEC, lo cual se torna cada vez más difícil), ésta se enfrenta a un nuevo golpe presupuestario.

Si anteriormente estas becas contaban con una parte financiada por la Comisión Europea, otra por el Estado español y una última opcional para las Comunidades Autónomas, a partir de ahora las cuentas cambian. El Gobierno pretende dejar de complementar las aportaciones europeas, y reducir su contribución a ampliar el número de destinatarios. 30.000 personas destinatarias recibirán entre 150 y 250 euros de la UE, mientras que las 10.000 restantes (del total de 40.000 Erasmus de este curso) tendrán que apañarse con los 18 millones que destinará el gobierno.

Si bien este curso se han visto obligados a ampliar los 15 millones que presupuestaron inicialmente con otros 19, debido a la movilización y las protestas suscitadas por un recorte aplicado de forma retroactiva (es decir, que las y los estudiantes Erasmus se enteraron de que no contarían con el dinero que se les había prometido cuando ya estaban en sus países de destino), el gobierno pretende consolidar este recorte para el próximo presupuesto.

Este presupuesto, que se ha reducido en 45 millones desde el 2011, deja la cuantía de las becas en unos límites que hacen imposible que el estudiantado de extracción obrera y popular pueda permitirse una estancia en el extranjero. Y el gobierno, consciente de esta realidad, pretende paliarla reduciendo también la duración de la estancia, primando los períodos semestrales a los ocho meses habituales.

Este cambio, entre otros, son clara muestra de la tendencia marcada por el Espacio Europeo de Educación Superior. Lo que se nos vendió como buque insignia de la "Europa Social" y "de todos", acaba convirtiéndose en un instrumento más de la segregación clasista en la educación. Europa y educación para quien pueda pagárselo.