La próxima semana el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, visitará España. Lo hará tras encontrarse con otros tantos líderes mundiales en la cumbre de la OTAN, en Varsovia. Obama estará en Sevilla, en Rota, que alberga una base de la OTAN, y en Madrid, reuniéndose con el presidente en funciones y con el rey.
Con motivo de su venida a Europa, el sucesor de Bush visitará, igual que hizo éste, España, con el objetivo de afianzar las relaciones bilaterales existentes entre ambos países, así como los intereses de los monopolios y el gobierno estadounidenses en nuestro territorio y en toda la UE. La permanencia de bases militares estadounidenses, con cientos de soldados en nuestro suelo, así como los distintos tratados comerciales, cuya coronación es el TTIP, son las principales relaciones del imperialismo yanki con el imperialismo español.
Hay convocadas ya dos manifestaciones bajo el lema Obama, go home, que recorrerán las calles de Sevilla y Madrid el día 10 de Julio, en repulsa a la visita de lo que las organizaciones convocantes consideran "el mayor responsable de asesinatos masivos vivo", manifestaciones que sucederán a las ya realizadas marchas a las bases de Rota y Morón y a las numerosísimas protestas y acciones que distintas plataformas antiimperialistas vienen realizando contra la OTAN y la UE, sobretodo en el marco de la pasada operación Trident Juncture, en que más de 20.000 militares otanistas utilizaron nuestro país para entrenar.
Las relaciones de España con Estados Unidos siempre han sido fuertes, desde el franquismo, pasando por la época de Adolfo Suárez o de Felipe González hasta la de Rajoy, y ninguno de los cuatro grandes partidos actuales parece cuestionar estas relaciones de poder, que sitúan a España en una posición de pérdida de soberanía clara. El PP y Ciudadanos apuestan por reforzar la UE y la OTAN como instrumentos de paz, el PSOE fue quien metió a España en la Alianza, mientras que Unidos Podemos, lejos de rechazar la permanencia de España en la OTAN y proponer la desmantelación de sus bases, acepta la misma -punto 327 del programa electoral- y opina que las bases militares deben crear empleo y pueden ser positivas. Los intereses de Obama y sus monopolios están, de momento, a salvo en nuestro país.
Afganistán, Yemen, Irak, Pakistán, Somalia, Libia y Siria son los países que el líder estadounidense ha bombardeado durante su mandato, por medio de la OTAN o del ejército norteamericano. A las espaldas de sus anteriores gobiernos, más de 50 intervenciones armadas, de bombardeo o sabotaje en distintos países del mundo, sobretodo de América Latina, Asia y África.
En la cumbre de la OTAN, a la que Obama asistirá junto con Rajoy, no es una reunión regular de la Alianza, sino un encuentro extraordinario, que habitualmente se traduce en grandes iniciativas o decisiones militares importantes. La última se realizó en septiembre de 2014, debatiendo y decidiendo sobre la intervención en Ucrania, que se ha saldado con todos los beneficios para los movimientos pro-UE y fascistas; así como sobre la forma de combatir al Estado Islámico, "financiado por EEUU" en palabras de la propia Hillary Clinton.
En palabras de su secretario general, en esta cumbre de la OTAN "trazaremos el camino para adaptar la Alianza al nuevo entorno de seguridad para que la OTAN esté lista para defender a todos sus aliados contra toda amenaza, venga de donde venga".
