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Vie26042024

Última actualización09:36:03 AM GMT


La Asamblea Nacional de la CUP, Junts Pel Sí y la investidura de Mas

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Han pasado ya más de tres meses desde la celebración de las elecciones autonómicas en Catalunya. Desde entonces las fuerzas que tienen una propuesta independentista, JxSí y la CUP, no han sido capaces de llegar a un acuerdo de investidura. Las negociaciones parecen estar en un callejón sin salida y la incertidumbre ante el devenir político inmediato es total. La CUP se encuentra ante la encrucijada de investir o no a Mas. El pasado Domingo tuvo lugar una asamblea para decidir el resultado.

La fuerza mayoritaria en el Parlament formada por CDC y ERC, Junts pel Sí, necesita que dos diputados de la CUP voten a favor de su candidato y que el resto se abstengan para seguir con su propuesta de creación de un Estado catalán. El problema viene cuando el candidato es Artur Mas, cabeza visible de numerosos recortes, privatizaciones y casos de corrupción en el seno de su partido. Para una parte de la CUP es inadmisible que sea Mas quién lidere el procés, para la otra es un peso que hay que soportar para tirar adelante el camino hacia la independencia.

En este escenario se celebró en Sabadell la Asamblea Nacional Extraordinaria de la CUP el pasado Domingo con más de 3.000 asistentes. En esta asamblea se votaron dos propuestas esenciales. A grandes rasgos la primera era aceptar a Artur Mas y un plan de choque social para avanzar hacia un proceso constituyente; la segunda era rechazar a Mas, seguir negociando y asumir que habrían nuevas elecciones si JxSí no cambia de parecer respecto a su candidato.

Y el resultado fue, después de tres rondas, un inesperado empate a 1515 votos1. Las evidentes contradicciones que suponen para una formación autodenominada anticapitalista pactar con una formación en la que Convergencia Democrática tiene un peso más que considerable ha dividido internamente al partido. Las dos principales corrientes internas de la CUP, Endavant i Poble Lliure, han tensionado a los militantes en dos posturas diferentes2 y el resultado ha sido una división al 50%. Finalmente el día 2 de Enero las altas instancias de la CUP decidirán qué hacer finalmente respecto a la investidura del President, una investidura que se encuentra especialmente centrada en el carácter personal del candidato y no tanto en el significado del pacto entre partidos.

CDC representa el partido de la burguesía catalana, los herederos de la Lliga Regionalista, el partido de Abertis, de la Caixa, de la subida del 66% de las tasas universitarias, del sí a la Unión Europea, al TTIP y un larguísimo etc. ¿Realmente cambiará el sentido del procés que una sola persona abandone la presidencia? ¿Acaso eso supondrá que los trabajadores tengan una mayor representación en el procés? ¿Acaso ensombrecerá las décadas de ataques contra la clase obrera catalana? Mas es únicamente la punta del iceberg del proyecto de la burguesía catalana, un proyecto destinado a explotar a la clase obrera independientemente de cómo se materialice. Sólo se podría comprender el hincapié en la figura de Mas si el objetivo fuera atraer a parte del electorado de En Comú Podem hacia las posturas de la CUP de cara a obtener mayores apoyos por la izquierda.

Pero se sigue incurriendo en el mismo de error: tomar la parte por el todo. En el procés, pese a que participen en él sectores obreros y populares, está dirigido por la clase dominante y cambiar a su cara visible no cambiará esa realidad. La clase dominante tiene a su servicio los medios de comunicación para hacer virar en uno u otro sentido al grueso de la sociedad y jamás permitirá que se instrumentalice para realizar cambios en profundidad que amenacen su hegemonía. El llamado plan de choque social era a priori una concesión de JxSí de cara a un entendimiento con la CUP, pero en la letra pequeña se leía claramente que la aplicación de las medidas sociales dependían del dinero disponible en las cuentas de la Generalitat. La burguesía de nuevo dispuesta sólo a ofrecer migajas, y a veces ni eso, nada nuevo bajo el sol.

¿Pero cómo es posible que un partido como la CUP se plantee pactar de una manera u otra con JxSí si tienen tantísimas diferencias? La respuesta no es sencilla, la CUP es un partido altamente heterogéneo con una gran cantidad de corrientes internas en su seno, cada una con un proyecto estratégico distinto y provenientes de tradiciones diferentes3, analizarlo daría para otro artículo y no es este el objetivo del mismo.

Pero algo sí podemos sacar en claro, cuando la cuestión nacional se antepone o se iguala a la lucha de la clase trabajadora por su emancipación se abren nuevos caminos, pero esos caminos no sólo no llevan a la clase obrera a su emancipación sino que a menudo la dirigen a un callejón sin salida.


 

 1: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/12/27/catalunya/1451220474_678536.html (Última consulta: 30 de diciembre de 2015)

2: http://cup.cat/noticia/documentacio-de-lassemblea-nacional-extraordinaria (Última consulta: 30 de diciembre de 2015)

3: http://www.elnacional.cat/ca/que-diuen-les-11-organitzacions-que-decideixen-el-vot-de-la-cup/ (Última consulta: 30 de diciembre de 2015)

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