El currículum vitae, desde la economía marxista, es la ficha técnica de la fuerza de trabajo. Para que ella destaque en el mercado de la fuerza de trabajo, los trabajadores, y especialmente la juventud trabajadora, intenta mejorar constantemente su ficha técnica para resaltar sobre el resto de trabajadores desempleados y poder ser contratada.
Hace unos días, tras muchos años sin verle, me crucé con uno de esos compañeros de estudios con los que has compartido un pedazo de tu biografía durante la adolescencia. Tras charlar unos minutos de aquellos años como compañeros de clase, llegó esta parte de la conversación:
- ¿Y qué haces con tu vida?
- Estoy buscando trabajo...
- ¿De lo tuyo?
- No, de lo que salga.
Tras terminar la conversación marché a mi casa abstraído y pensando en las últimas palabras. Me dijo que estudió Física en la universidad pero que busca trabajo de lo que salga, y enseguida comencé a pensar en cuando Marx habla de que en la sociedad capitalista el trabajo humano se presenta como una mercancía, y que adquiere valor en tanto que actividad abstracta sin importar qué haga el trabajador en concreto.
En la época de crisis capitalista que estamos atravesando, la búsqueda de empleo no se suele restringir a los estudios que hemos realizado sino que buscamos trabajo "de cualquier cosa". Esta búsqueda de trabajo de lo que salga, aunque habituados a escucharla y a practicarla, es algo que sólo existe desde el capitalismo. En otras sociedades históricas las personas, en función de sus circunstancias de nacimiento, tenían ya asignado el papel que iban a desarrollar en el proceso productivo. Por ejemplo, en Grecia, los esclavos tenían ya asignado el trabajo concreto (agricultores, tejedores, educadores, etc.) que les iba a tocar desarrollar. En el feudalismo, los siervos sabían muy bien el papel de campesinos expoliados por el señor feudal que ejercerían el resto de su vida y las actividades diarias y concretas que tenían encomendadas. En ambos ejemplos de sociedades basadas en la explotación, los trabajadores tenían una profesión concreta que desarrollar, un trabajo concreto que realizar del que eran expertos.
En cambio, en el capitalismo, no sabemos de qué trabajaremos los próximos meses. Esto, desde los apologetas del sistema, se pinta como símbolo de la "libertad de elegir". Ahora bien, reflexionando un poco más sobre ello podemos empezar a vislumbrar algunas grietas sobre esta "natural concepción" de la búsqueda de trabajo en general, para la que utilizamos un "currículum vitae" que describe todas nuestras habilidades y conocimientos adquiridos hasta el momento.
La búsqueda de trabajo en abstracto tiene que ver con unas condiciones de violencia estructural ejercidas por la clase dominante. Una clase, la capitalista, propietaria de los medios de producción, que concentra el poder económico en monopolios que determinan el destino de nuestras vidas. Y otra clase que, debido a este robo de los medios de producción, no puede producir por sí misma y necesita pedir trabajo de "de lo que salga" a los propietarios de los medios de producción. Cómo se logró esta expropiación al pueblo de sus medios de vida es algo que explica Marx en El Capital cuando habla de la "acumulación originaria", de cómo los capitalistas utilizaron la violencia para concentrar en torno a ellos los medios de producción. Por ello dice Marx que el capital vino al mundo chorreando lodo y sangre, porque esa desposesión de los medios de producción a toda la clase trabajadora se mantiene debido a una violencia estructural del sistema y a una desposesión inicial que tuvo que basarse en la agresividad también.
Cuando vamos a buscar trabajo utilizamos un currículum vitae que consiste en una ficha técnica acerca de los conocimientos y habilidades que ofrecemos al empleador para que utilice nuestra fuerza de trabajo. Una ficha técnica que en resumen viene a ser lo mismo que las fichas que incorporan las máquinas y tecnología que se utiliza en la mayor parte de procesos productivos. El currículum vitae, desde la economía marxista, es la ficha técnica de la fuerza de trabajo. Para que ella destaque en el mercado de la fuerza de trabajo, los trabajadores, y especialmente la juventud trabajadora, intenta mejorar constantemente su ficha técnica para resaltar sobre el resto de trabajadores desempleados y poder ser contratada. Muchos jóvenes entran así en una espiral de actividad basada en tengo que estudiar-no tengo experiencia-tengo que estudiar, etc. que la mayor parte de las veces los lleva a ninguna parte porque la oligarquía, en un momento como el actual, donde ha destruido gran cantidad de fuerzas productivas, teniendo como resultado más de seis millones de parados, no necesita de tantos trabajadores cualificados como existen hoy día.
Por ello, la juventud trabajadora, al igual que la clase obrera desde el nacimiento del capitalismo, nos vemos obligados a buscar trabajo en general, sin importar lo que nos gusta o sabemos hacer, condenándonos a una vida vacía basada en las necesidades del sistema capitalista y no regida en función de nuestros deseos y aspiraciones profesionales y vitales. Muchos jóvenes se encuentran por ello hoy frustrados. Ante esta subjetividad de derrota, les llamamos a unirse a los Colectivos de Jóvenes Comunistas, para reconstruir los lazos de hermandad que nos unen como pertenecientes a una misma clase, recuperando un modo de vida basado en la importancia de lo colectivo y no de la competencia individual, y luchando por unas condiciones laborales dignas para la juventud donde lo que importen sean los trabajadores y sus aspiraciones. Donde el mañana no será "lo que salga", que no es más que lo que determina la oligarquía en el poder, sino lo que deseemos hacer los trabajadores, que es la clase que decidirá lo que sale o no sale, porque ella es la que pone en funcionamiento el más diminuto de los engranajes de esta sociedad.
Roberto Guijarro es miembro del Buró Político y responsable de Movimiento Obrero de los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC).
