Hay muchos factores que tienen relación con el fracaso o el absentismo escolar. La cantidad de libros en el hogar, el nivel socioeconómico de la familia... son factores que influyen ampliamente en los resultados académicos de los estudiantes. Sorprendentemente, todos estos factores se han visto agravados por los recortes que el capital impone y necesita para salir de la crisis; ya que quien mas sufren estas políticas son las familias y los barrios obreros.
En un estudio, realizado por los profesores José Manuel Cordero, Francisco Pedraja y Rosa Simancas de la Universidad de Extremadura, expone que "a pesar de que los alumnos pertenecientes a estas escuelas tienen a priori muchas posibilidades de obtener bajas puntuaciones" han podido identificar una serie de factores que permitirían a los hijos de trabajadores sacar todo su potencial y obtener buenos resultados:
Aulas con un tamaño reducido: según recoge el estudio, se consideraría una clase de estas características aquella que tenga menos de 20 alumnos. En 2012, con una media de 21 alumnos por clase, el Gobierno aprobó una drástica reducción en la plantilla de profesores al restringir el número de sustituciones, lo que produjo la pérdida de cerca de 30.000 docentes. Ante este cambio, se aprobó aumentar hasta un 20% el número de alumnos por aula, llegando a ser el máximo por clase de 30 alumnos en primaria y 36 en secundaria. Esto, obviamente, no afecta a los hijos de familias ricas; que van a colegios privados.
La relación con el profesor: este resultado pone en valor la importancia del docente, ya que es su labor la que puede impulsar los resultados del niño. Según apunta el estudio, la calidad de la docencia es un factor "clave para conseguir una mayor implicación y compromiso, especialmente por parte de estos alumnos". Las duras condiciones laborales y los continuos ataques a los derechos de los/as profesores/as no son compatibles con una dedicación completa e ilusión laboral.
Interés: además de la relación con el docente, otro elemento clave a destacar como factor que aumenta la probabilidad de tener éxito en la enseñanza es el interés por la asignatura, el interés que muestra el aula en su conjunto, es decir, si a los compañeros y amigos también les interesa esa materia y si el alumno disfruta con la misma. Aquí la familia obtiene mucha importancia, pero otra vez las familias obreras son las más afectadas. Al ser los primeros en sufrir el paro, la precariedad, la pobreza... la unidad familiar y un ambiente de estudio óptimo que haga que el niño/a se esfuerce se vuelven muy difíciles.
Bajas tasas de absentismo escolar: En España, según los datos del informe PISA, el 24% de los escolares españoles reconocieron haber faltado uno o dos días en las dos semanas antes de la prueba, un 3% tres o cuatro días, y un 1% más de cinco. Pero estos datos pueden ser mucho peores en entornos socioeconómicamente desfavorables; según recoge el diario El País, en 2013, en Madrid había unos 4.000 niños que no acudían nunca al aula, de los cuales la mitad eran de etnia gitana, mientras que en Andalucía, cerca de 16.000 niños estaban en un programa para acabar con el absentismo.
Concluyen que ser inmigrante o chica es un factor negativo en estos entornos para lograr unos resultados iguales a los mejores alumnos sin importar su procedencia. Además, evidentemente, el entorno socioeconómico desfavorable es un factor muy determinante dentro de estos entornos pobres, es decir, los niños de familias pobres dentro de los barrios y centros desfavorecidos ven sus probabilidades de lograr buenos resultados académicos reducirse aún más por su estatus social.
Aun así, bajo todas estas presiones, obstáculos y dificultades en España existe 6,5% del alumnado en entornos socioeconómicos pobres, representa a aquel estudiante que aun proviniendo de esta parte de la sociedad obtiene unos resultados situados entre los mejores alumnos. Imaginaos si viviéramos en un sistema donde no existan barrios ricos y barrios marginales...