El Plan Bolonia asfixia a los estudiantes con horarios desestructurados, desplazamientos entre facultades, prácticas obligatorias y otras tantas obligaciones que impiden compaginar la universidad no solo con el trabajo, sino también con la propia lucha estudiantil.
¿Qué me diferencia a mí –estudiante de Licenciatura– de mis compañeros Graduados? Pues que mientras yo pude asistir a cursos complementarios, pude participar activamente en asociaciones y luchas estudiantiles, pude irme un día o dos antes de vacaciones, pude irme a dormir sin mirar el correo de la universidad y con la seguridad de cuándo, dónde y de qué tenía clase, a mis compañeros les parece un sueño.