En la actualidad nos vemos constantemente sumidos en debates en los que se nos hace escoger entre cubrir completamente y con calidad una necesidad o lo que el sistema capitalista puede ofrecernos "el mal menor". Así también ocurre con el cierre de bibliotecas o su reducción de horarios.
Los lacayos de la burguesía desvirtúan todas las luchas que da la clase obrera y los sectores populares desvalorando las reivindicaciones que se llevan a cabo y quitando importancia a sus éxitos. En el caso del cierre de servicios públicos la manipulación se agrava, pues siempre salen los típicos voceros: ¿pero de qué se quejan si se sigue dando algo de servicio?, ¿ahora les importa, si no lo usa nadie?