Desde que los seres humanos calendarizamos el tiempo para organizar las cosechas y prever el clima, nos hemos acostumbrado a planificar y valorar las cosas en base a los años que pasan. Entramos en la recta final de la segunda década del siglo XXI y se dibuja para la juventud un panorama histórico nada aburrido para quienes estudien historia o sociología de aquí unas décadas. Año nuevo, vida nueva no se cumple, nuestras vidas seguirán igual, igual de movidas, igual de sufridas e igual de luchadas.