La juventud, sección más vibrante y creativa de la sociedad y uno de los sectores más vulnerables del pueblo trabajador, está sufriendo a diario las consecuencias de la crisis económica mundial y el choque de las políticas antiobreras.
Como resultado de estas prácticas y políticas, la actual generación juvenil que se encuentra entre los sectores más vulnerables de la población, se enfrenta a un desempleo masivo y a una incertidumbre sobre su futuro. Son víctimas de las formas flexibles de empleo sin protección por un convenio colectivo, son testigos de discriminaciones, marginación y exclusión social. Los jóvenes trabajadores están forzados a trabajar en las diferentes formas de empleo flexible tales como trabajos a media jornada, contratos personales sin condiciones de trabajo saludables y/o sin derechos sindicales.
Los jóvenes de hoy en día están llamados a vivir en un ambiente de adversidad severa donde el derecho al trabajo está subordinado a la competitividad y al intento de maximizar el beneficio, mientras que el desempleo se ha convertido en una pesadilla para todo joven.