En (casi) todas las ciudades existe una Casa de la Cultura, Centro Cívico, Centros Juveniles... ¿Pero qué son realmente este tipo de espacios?
Estos espacios deberían ser una institución de gestión pública y abierta, accesible a todo el mundo, indiferentemente de la edad o condición, que sirva para generar de manera constante un desarrollo cultural propio de la comunidad, ya sea a través de la educación o a través de la práctica.