¿Hay todavía personas que crean que el Estado es una institución neutral? ¿Aún alguien piensa que no es un aparato de represión de la clase opresora contra el pueblo? Si alguien lo piensa, cada vez son menos. El aumento de la miseria económica y cultural a que nos conduce la crisis capitalista está produciendo, como es obvio, un aumento de las luchas obreras, estudiantiles y vecinales, y éstas, a su vez, un aumento de la represión del Estado contra la juventud combativa. Cada día es más difícil poner parches a la máquina de violencia que es el Estado para que parezca un “Estado de derecho”.