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Jue28032024

Última actualización09:36:03 AM GMT


Historia de lucha, desenlace de claudicación

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La izquierda abertzale, históricamente un referente para muchos jóvenes por su capacidad de lucha, está cada vez más lejos de los intereses de la clase trabajadora. La mayoría de sus reivindicaciones se olvidan de la lucha obrera y hablan solo del nacionalismo, la cultura y el euskera. Por intentar acercarse al PNV están perdiendo el apoyo de toda una base social que se ve olvidada. Por otro lado, aun reclamándose por el "Socialismo" atacan a las construcciones del Socialismo en el siglo XX.

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Durante los últimos años hemos sido espectadores de cómo lo que en su día fue un referente de lucha para muchos trabajadores y jóvenes de todo el Estado y, en particular, de Euskal Herria, se va deformando, alejándose cada vez más de las masas, de sus reivindicaciones sociales y económicas y pilotando un proyecto netamente nacionalista y "culturalista" que dista mucho del programa revolucionario que hoy el pueblo trabajador vasco y del resto del Estado necesita. Asistimos también al funeral de lo que fue una juventud organizada con rasgos y reivindicaciones populares que en su día organizó a una parte importante de la juventud vasca contra la droga, que reclamó el necesario espacio para la juventud popular y que lideró la lucha antirrepresiva en oscuros capítulos de nuestra historia más reciente. Hablamos de la Izquierda Abertzale.

En el contexto actual, en el que el paro juvenil azota también Euskal Herria, en el que las alternativas de ocio que ofrece el capitalismo para la juventud son pésimas, en la que la educación pública se deteriora cada vez más y las drogas vuelven a abrirse camino entre la juventud a grandes zancadas, en este contexto, encontramos a un referente organizativo histórico para la juventud vasca, como ha sido la Izquierda Abertzale, en unas posiciones que no responden a estas agravantes problemáticas, que no ofrecen, hoy día, una herramienta para luchar contra esta problemática.

Vemos como el enfoque de este movimiento político se centra casi exclusivamente en la lucha nacional, dejando muchas veces de lado la lucha en las áreas de las reivindicaciones populares y, como no, la lucha por el socialismo. Vamos observando, que las reivindicaciones de carácter obrero han sido relegadas a un segundo o tercer puesto. Ejemplo de ello es el hecho de que durante los dos largos años de lucha de los compañeros de Laminaciones Arregui de Gasteiz, los comunistas pocas veces pudimos ver a la Izquierda Abertzale como tal en las movilizaciones de apoyo que se convocaban cada jueves. Nos resulta curioso que los comunistas estuviéramos jueves si y jueves también coreando lemas combativos y animándoles a luchar, y que según sus palabras "los suyos" (se supone), refiriéndose a la Izquierda Abertzale, no aparecieran; hecho que ellos mismos comentaban a veces ya que pertenecen a sindicatos vascos. ¿Es que acaso no tienen muchas más razones para luchar por el sustento de esos trabajadores que para aliarse con el PNV y llevar a cabo faraónicos mosaicos por el "derecho a decidir"? ¿Es que acaso una hipotética independencia si fuera junto con la burguesía vasca y dentro de la Unión Europea cambiaría algo? La autodeterminación es un derecho legítimo e inalienable de todas las naciones, pero por delante de todo debe estar la lucha por la emancipación de los trabajadores y trabajadoras, igualmente explotados por la burguesía vasca que española.

Por otro lado, refiriéndonos también a la emancipación de la clase obrera, durante los últimos años son muchas las veces en los que destacados miembros de la Izquierda Abertzale han renunciado tajantemente defender la construcción socialista durante el siglo XX. Llegando este movimiento a solidarizarse con movimientos nacionalistas antisoviéticos y con elementos abiertamente fascistas, como los de los países bálticos, a principios de la década de los noventa.

Vemos esto en el papel en uno de los últimos documentos editados por la fundación de SORTU, Iratzar, donde se dice textualmente que la Izquierda Abertzale no apoya los planteamientos del socialismo hechos hasta ahora, referiéndose, como no, a la Unión Soviética junto con el resto de países socialistas. Otro gran ejemplo es el del último "Independentzia Eguna" ("Día por la independencia") celebrado en el pueblo Lizartza y organizado por la organización juvenil Ernai. El cartel que llamaba a las distintas actividades a desarrollar durante el día, estaba pomposamente decorado con las banderas actuales, capitalistas si lo preferimos, de casi todas las antiguas repúblicas que pertencían a la URSS, a destacar la bandera de Ucrania. Podíamos ver todas las banderas de países exsoviéticos, todas excepto la rusa, con lo que podríamos concluir que, en un acto de ensalzamiento de la tergiversada historiografía burguesa, las exrepublicas de la URSS estaban oprimidas por Rusia y éstas finalmente obtuvieron su libertad con el triunfo de la contrarrevolución entre 1989 y 1991. No es propio de una organización que hace gala de luchar por el socialismo que se una a la burguesía en la lucha precisamente por la difamación del socialismo y que defienda repetidamente movimientos ultraderechistas como el que fue el estonio, por el mero hecho de que se quería separar de la URSS.

Echando un vistazo hacia el movimiento estudiantil, encontramos Ikasle Abertzaleak (Estudiantes Patriotas), no vinculada directamente al conjunto de organizaciones de la Izquierda Abertzale pero sí muy cercana. Su acción se centra en la reivindicación de una escuela nacional vasca, donde se contempla la actividad educativa privada (las ikastolas) y donde prácticamente la única bandera de batalla es el euskera.

Los jóvenes comunistas asumimos y sabemos que el euskera sufre ataques en la educación pública, sufrimos el no poder estudiar en euskera en la mayoría de FPs, sufrimos el no tener muchas asignaturas de la carrera en euskera,... ésta es una reivindicación importante, sí, pero la principal es la de que la educación debe ser pública, gratuita y al servicio de la clase obrera y los sectores populares. En esa reivindicación el euskera tiene cabida, y debe tenerla, pero ¿es que acaso podrán los hijos e hijas de la clase obrera estudiar en euskera si ni siquiera pueden permitirse acceder a la educación?

Cada vez son más los jóvenes que se dan cuenta de que las antiguas posiciones de lucha, reivindicación y organización por sus intereses que asumía la Izquierda Abertzale van mutando hacia el parlamentarismo, la lucha exclusivamente nacional y en general el abandono de la lucha de masas. Cada vez son más los jóvenes que buscan alternativas organizativas, que tienen una visión muy crítica sobre este movimiento político y que al igual que quien escribe este mismo artículo, ha encontrado la lucha por el socialismo y la emancipación de los trabajadores, así como la defensa del derecho a la autodeterminación de nuestro pueblo, en la Juventud Comunista.

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