Fútbol y violencia

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Siempre ha existido algún tipo violencia relacionada con el deporte, y más si hablamos sobre  el fútbol. Este deporte ha sido asociado a sucesos violentos desde ya sus orígenes en la Inglaterra del siglo XIII, cuando en los partidos se convertían esencialmente en campos de batalla donde se enfrentaban las juventudes de los pueblos rivales.

Fue a partir de los años 60 cuando el "hooliganismo" se convirtió en un problema, y en particular durante la década de los 70-80 cuando el problema llego a límites no esperados. Este movimiento surge en Inglaterra. Sucedieronvarias tragedias, como la que tuvo lugar en el estadio de Hillsboroughen 1989, donde murieron al menos 93 personas durante una semifinal de la Copa FA, que enfrentaba al Liverpool y al NottinghamForest.

Cuatro años antes, en el estadio belga de Heysel, en Bruselas, murieron 39 personas. El llamado "desastre de Heysel", un incidente,ocurrióen el estadio de Bruselas de ese nombre en la final de la Copa Europea entre el Juventus italiano y el Liverpool inglés.En America Latina, el fenómeno de las barras bravas es relativamente reciente: primero llegó a Argentina, y después se extendió por países como Colombia, Chile y Perú.

Hoy en dia el fútbol es un negocio que da muchos beneficios y, por ello, hay muchas empresas que entran en este mercado. Los valores deportivos se han ido sustituyendo por unos criterios mercantiles, y los jugadores son productos para comerciar.

Así, los futbolistas se dedican a entretener a la masa, y para más inri los medios de información deportivos (los más leídos en España, por cierto) se han convertido en periodismo rosa diseñado para el entretenimiento: lleno de chismorreos, cotilleos, curiosidades etc. El fútbol se difunde por casi todos los medios de comunicación (y sin el “casi” también). La información deportiva, tiene mayor importancia mediática que la política. En España el periódico más leído es el Marca, esto es reflejodel mayor interés de la gente por el fútbol que por otras noticias. El consumo masivo y compulsivo de información deportiva(que en realidad es información futbolística, porque otros deportes quedan marginados)provoca una clara desinformación en otros aspectos. Ejemplo de esto, la forma tan lamentable de como se trató la noticia de los atentados de Bruselas en todos los programas deportivos, cubriendo la noticia, apenados con la cancelación de partidos etc.

El aficionado es un simple espectador sin posibilidad real de  respuesta. Porque alguien le puede gustar el futbol, pero sólo podrá opinar en ciertos niveles. Un hincha nunca podrá entrar en la Fifa y decirle a Gianni Infantinolo que piensa de su gestión. En el fútbol, como en el mercado, no hay igualdad de condiciones.

Por esto precisamente los Barras Bravas argentinos reivindicaban en el documental de Jon Sistiaga que ellos que son “los que siempre están con el equipo” mientras que los jugadores “vienen y van con el dinero”, tenían derecho a una parte del pastel. Todos los chanchullos y comisiones de la directiva son repartidos con la hinchada. Y para reivindicar este dinero se presiona con violencia.

La gran mayoría de hooligans entrevistados encuentran en la violencia en el campo una vía de desfogue. Un sitio donde hacer lo que no puedes hacer normalmente, y donde no tienes que preocuparte por tus problemas laborales…

Todos estos ingredientes son los necesarios para este coctel: mercantilización del deporte y pérdida de valores, desigualdad social y sobreinformación.Seguirá habiendo episodios violentos o de otro tipo, como el de los aficionados del PSV en Madrid lanzando monedas a un grupo de mendigas, hasta que el deporte no sea un instrumento más a manos de las grandes empresas.

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