Datos de la juventud del País Valencià que no dan pie a celebrar el “Dia mundial de la Juventud”

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En todo el mundo se celebró el 12 de agosto el "Día mundial de la Juventud". Sin embargo, los datos actuales que hacen referencia a la situación económica que vive la juventud de extracción obrera y popular del País Valencià no reflejan motivos para ninguna celebración.

Según los últimos datos estatales, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social de la población de 16 a 29 años ha aumentado en casi 13 puntos en los últimos cinco años, de un 23'6% en 2009 a un 36'4% en 2014.

Esta tasa de "riesgo de pobreza o exclusión social" evalúa principalmente tres aspectos, a saber: 1) La tasa de riesgo de pobreza, que pasa del 18'3% en 2009 al 27'6% en 2014; 2) La carencia material severa, que ha aumentado en 3' 1 punto pasando del 5'6% al 8'7% entre 2009 y 2014; y, 3) Los jóvenes entre 16 y 29 años que viven en hogares de baja intensidad laboral, que ha sufrido una variable de mas de 11 puntos, pasando de 7'1% en 2009 al 18'3% en 2014.

Estas cifras muestran sin lugar a dudas la condena a la miseria y a la explotación a los hijos de la clase obrera, lo cual no tiene otro por qué que el intento desesperado de la burguesía de recuperar su tasa de ganancia, atacando a aquellos sectores más vulnerables y débiles de la población, en este caso a la juventud trabajadora.

En el País Valencià el panorama no presenta ninguna variable positiva respecto a los datos estatales, mas si cabe, podríamos decir que incluso en algunos aspectos la situación presenta mayor gravedad.

La última Encuesta de Población Activa (EPA), efectuada en el segundo trimestre de 2015, presenta datos muy relevantes en cuanto a la situación laboral de la juventud valenciana, entre los cuales se ha realizado una selección de los más destacables. En primer lugar, esta encuesta refleja un 50% de jóvenes menores de 25 años en situación de desempleo.

En segundo lugar debemos fijar la atención en el formato de los contratos que se están firmando, lo cual nos lleva a unos datos que determinan que, aproximadamente, el 77 % de la juventud de extracción obrera y popular ha firmado contratos temporales, en prácticas o de formación y, tan sólo el 6,17 % de los contratos tienen un carácter indefinido.

En tercer y último lugar destacamos quizá el dato más llamativo de la encuesta, ya que refleja directamente las condiciones de vida que el capitalismo impone a los y las hijas de la clase obrera. Según los datos de la EPA referentes a emancipación y acceso a la vivienda, tres cuartos de la población menor de 30 años (75%), continua viviendo en el domicilio familiar, lo que muestra la restricción ante cualquier indicio de independencia y autonomía de estos jóvenes trabajadores y trabajadoras, y perturbando así el desarrollo de sus vidas.

Por tanto, la juventud trabajadora no está de celebración a pesar de que el calendario refleje lo contrario, porque hoy más que nunca la juventud está siendo el sujeto principal de la explotación que el sistema capitalista impone a la clase obrera y a sus hijos e hijas, condenándolos a la precariedad y a la miseria y, privándolos de la posibilidad de desarrollar sus vidas con dignidad y autodeterminación.

Anexo

[1] La tasa de riesgo de pobreza es el porcentaje de personas que está por debajo del umbral de pobreza. Se fija este umbral en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo.

[2] Son los hogares con carencia en al menos cuatro conceptos de una lista de nueve. Los conceptos considerados son: no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año; no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días; no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada; no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos; ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad...) o en compras a plazos en los últimos 12 meses; no puede permitirse disponer de un automóvil; no puede permitirse disponer de teléfono; no puede permitirse disponer de un televisor en color; no puede permitirse disponer de una lavadora.

[3] Los hogares con baja intensidad de trabajo son aquellos en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de su potencial de trabajo durante el año anterior al de la entrevista (periodo de referencia de los ingresos).

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