Crónica de la marcha minera en León

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La marcha comenzaba a las 10 de la mañana. Casi una centena de mineros, vestidos con su uniforme de trabajo manchado de carbón, se habían reunido con familiares, amigos y compañeros de lucha enfrente del ayuntamiento de La Robla, en León, justo debajo de una pancarta que rezaba "¡Salvemos la mina! Salvemos los puestos de trabajo". Los ánimos, en cierto modo agotados tras meses de continua lucha, se preparaban para afrontar más de 15 kilómetros de recorrido por las carreteras rodeadas por laderas de piedra y vegetación verde soportando el frío y la humedad.

Esta marcha se sumaba a los numerosos actos que los mineros han protagonizado en los últimos meses en las comarcas mineras y que se han intensificado con la campaña electoral, donde se han intensificado las declaraciones y las promesas electorales por parte de los grandes partidos con respecto al sector minero, intentando arrancar algún voto en la zona. Una marcha para alentar a los cuatro compañeros encerrados en las instalaciones de la Hullera Vasco-Leonesa durante ocho días.

Tras una parada en La Pola de Gordón, la marcha continuó hasta su destino: el Pozo Aurelio, en Santa Lucía de Gordón, donde la misma pancarta que ondeaba en La Robla lo hacía bajo las ventanas de la sala donde los compañeros se habían encerrado, los cuales han leído un comunicado con las demandas que hacían a la empresa antes de salir, poniendo fin -por el momento- a su protesta para celebrar la Navidad con sus familias y tras conseguir visibilizar la realidad del sector, su objetivo.

Era el punto y aparte de la lucha minera. Los mineros han avisado: con el gobierno que salga de las elecciones del 20-D se realizará una nueva tanda de protestas. Así hasta que se consigan oír las voces de los mineros, reclamando un trabajo digno y en contra de la muerte de la minería.

 

Marcha minera La Robla Santa Lucía

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