Radiografía de Francia: juventud, elecciones, fascismo y socialdemocracia

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Hoy en Tinbta Roja hablamos con Marc, joven trabajador y militante comunista, residente en Rennes, Francia. La crisis económica y política afecta también a Francia, ofreciendo a la vez contradicciones como las grandes luchas obreras -como aquella contra su reforma laboral- y avances brutales de la ultraderecha. Desde la óptica de un valenciano, vamos a repasar las candidaturas electorales, y ver qué podemos aprender.

Desde septiembre estoy viviendo con mi familia en la ciudad francesa de Rennes. He hecho varias prácticas no pagadas en empresas de la construcción y la hostelería y sigo luchando por hacerme un hueco en el mundo del trabajo. Aquí en Francia hay elecciones presidenciales y legislativas en mayo y junio. En este artículo voy a analizar las principales candidaturas y la situación que vive la juventud trabajadora en este país.

Para empezar haré un breve resumen de la situación en el país. La tasa de paro es del 10%. Millones de trabajadores engrosan el ejército industrial de reserva. La reforma laboral que entró en vigor el pasado verano avanza en la flexibilización del mercado de trabajo, eliminando convenios colectivos y precarizando el empleo. La juventud afronta diferentes problemas tanto en los estudios como en el trabajo. Por un lado la subida de precio de las matrículas universitarias y de los restaurantes universitarios encarece los estudios. Algunas organizaciones estudiantiles como la "Unión Nacional de Estudiantes de Francia" (UNEF) y la "Unión de Estudiantes Comunistas" (UEC) reclaman la instauración de un salario estudiante que permitiría a los estudiantes independizarse sin tener que compaginar estudios y trabajo. En el mundo del trabajo los jóvenes son el eslabón más débil. Afrontan un paro masivo (25% para los menores de 25 años) y una elevada temporalidad en los contratos, además de las prácticas no pagadas. Las similitudes con España son evidentes.

Ahora paso a analizar las principales candidaturas a las futuras elecciones.

Por un lado tenemos a la derecha tradicional en el partido "Los Republicanos" que tiene como candidato a las presidenciales a François Fillon, que fue primer ministro de Nicolas Sarkozy. Fillon pretende suprimir 500.000 puestos de funcionarios. Teniendo en cuenta que piensa mantener o aumentar los efectivos de policía y ejército esto se traduce en recortes importantes en sanidad, educación y servicios sociales. Se ha podido saber que Fillon remuneró con miles de euros a su mujer y sus dos hijos por su supuesta colaboración cuando era senador. Así, la austeridad que preconiza el candidato Fillon se aplica a la clase obrera, no a los capitalistas y sus servidores.

Por otra parte está Emmanuel Macron, del movimiento "En Marcha". Macron trabajó para Rothschild y también fue ministro de economía durante la actual presidencia de Hollande. Es un firme candidato del capital monopolista, ferviente defensor de la UE de los monopolios. Ha contado desde la creación de su movimiento con un gran apoyo mediático.

Luego está el "Frente Nacional" de Marine Le Pen. Este partido cuenta con un importante apoyo de la clase obrera francesa y de la juventud en particular, algunas encuestas apuntan a que es la primera fuerza entre los menores de 35 años. Este partido afirma querer defender al pueblo frente a las élites de la globalización, recuperar la soberanía nacional oponiéndose a la UE, favorecer la producción local y frenar la inmigración.

La vieja socialdemocracia del "Partido Socialista", actualmente en el gobierno, estará representada por Benoît Hamon. Como siempre, estos afirman querer defender a los trabajadores frente al capital. Proponen una renta básica universal de 800 euros para todos los mayores de 18 años. Hay que tener cuidado ya que, por un lado, esta medida no ataca la raíz del problema (el trabajo no es un derecho y un deber en el capitalismo) y además, esta familia política acostumbra a hacer en el gobierno lo contrario a lo prometido en campaña. El actual presidente François Hollande ganó las elecciones de 2012 afirmando estar contra "la finanza" y ha llevado a cabo una política servil a los monopolios franceses.

Por último tenemos a la nueva socialdemocracia, representada por el movimiento "La Francia insumisa" del candidato Jean-Luc Mélenchon, que cuenta con el apoyo del revisionista "Partido Comunista de Francia". Mélenchon afirma que defendería a los de abajo, derogando las anteriores reformas laborales, restableciendo la edad de jubilación a los 60 años y defendiendo los servicios públicos y el derecho a la vivienda. Todo ello sin romper con la UE y sin cuestionar la base del sistema capitalista.

Estas son las principales candidaturas, las que cuentan con un seguimiento importante por parte de los medios de comunicación. Todas apelan al "pueblo", al "cambio". Todas afirman ir contra el sistema, algunas hablan de revolución. Pero todas ellas aceptan el marco del sistema capitalista, ninguna se plantea superarlo.

La clase obrera empobrecida por la crisis capitalista y la juventud francesa no pueden esperar que de estas elecciones salga la solución a sus problemas. El camino es la organización y la lucha en los centros de trabajo y de estudio y en los barrios. El pueblo trabajador en Francia debe seguir el ejemplo de las huelgas y manifestaciones masivas contra la reforma laboral del pasado verano.

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