En esta tercera publicación de la sección veraniega de Novela Obrera, Tinta Roja recomienda la novela "Así se templo el acero" de Nicolai Ostrovski
Entre las novelas recomendadas para este verano, no podía faltar "Así se templó el acero", de Nikolái Ostrovski, que relata la historia de un joven que desde muy niño se tiene que poner a trabajar y que, al calor del duro trabajo, va desarrollando una muerte moral que le lleva a situarse del lado de los bolcheviques durante la Guerra Civil que provocó la burguesía en 1918.
"Así se templó el acero" es un relato sobre las duras condiciones de aquella época. Un pasaje a través del tiempo que nos permite observar cómo cada ser humano se posiciona a un lado de la lucha de clases cuando llegan los momentos más tensos: o bien del lado del proletariado liberador, o bien del lado de la burguesía opresora. Un libro con muchas enseñanzas para los jóvenes comunistas de hoy en día, que les cautivará por el intrigante desarrollo de la trama.
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En la novela, el autor nos traslada a la época de la guerra civil en la URSS. A través de los ojos del joven 'Pavka Korchaguin' nos muestra cómo se va desarrollando la historia a lo largo de esos años en Ucrania y Polonia. Esta obra puede ser considerada parte del proletariado ya que traslada con un inquebrantable realismo las condiciones de vida de la época, las batallas, la lucha contra los oportunistas, la lucha del Partido bolchevique, etc.
'Así se templó el acero' debería de ser de las novelas que todo joven debería leer. No únicamente por la lectura por el entretenimiento, pues la novela genera intriga y consigue atraer al lector con facilidad; sino por todas las enseñanzas que se pueden extraer de ella. Y es que según vamos pasando las páginas podemos ver como todo un pueblo, proletarios, obreros y obreras se levantan para luchar por su futuro, por la lucha por el poder soviético; y contra la reacción, el saqueo y la muerte.
En la novela el personaje principal 'Pavka' es un joven que desde temprana edad se ve obligado a dejar de estudiar y ponerse a trabajar como un obrero adulto más. El relato de la vida de este personaje recobra todo el sentido del título de la obra 'Así se templó el acero'. Toda una vida llena de sacrificios, llena de sudor y sangre para llevar un poco de pan a casa. Estas condiciones forjan en el joven 'Korchaguin' una moral de acero, una moral proletaria de incansable lucha a pesar de que las condiciones sean fatales.
El desarrollo de la guerra va acrecentando cada vez más la lucha de clases y podemos ver cómo cada persona toma su bando de clase: o con los bolcheviques, es decir, con la clase obrera o con la reacción y la burguesía.
En Pavka vemos un reflejo de todo joven, de nosotros mismos, al ver un proceso de concienciación, de toma de posición de clase. En la mayoría de las ocasiones no hace falta más que analizar nuestras condiciones de vida para ver que hay diferencias de clase entre uno mismo y el hijo del empresario y del banquero. Pero lo imprescindible que podemos ver el libro es la actuación de aquellos que ya poseen esa conciencia, de los comunistas, de la Juventud Comunista. Esos 'agitadores' que mientras los alemanes ocupan el país y saquean, violan a las mujeres y asesinan, los comunistas organizan a los obreros en las fábricas, los movilizan, los enseñan a leer y escribir, los conciencian. En palabras de un soldado que está preso:
"Mi patria es la República Socialista Soviética Polaca. Sí, soy miembro del Partido Comunista de Polonia, y me han hecho soldado a la fuerza. Abría los ojos a soldados como yo, a quienes habéis arrastrado al frente. Podéis ahorcarme por esto, pero no he traicionado ni traicionaré a mi patria. Lo que pasa es que nuestras patrias son diferentes. La vuestra es la de los panis, y la mía, la de los obreros y campesinos. Y en esa patria mía que ha de venir, de ello estoy completamente seguro, nadie me llamará traidor".
No son pocas las tareas que vemos en el libro, la construcción del Komsomol en Ucrania, batallas en el frente, construcción del estado soviético, guerras y batallas contra la reacción.
El sentido de esta novela lo recoge su autor en la siguiente cita: "Lo más preciado que posee el hombre es la vida. Se le otorga una sola vez, y hay que vivirla de forma que no se sienta un dolor torturante por los años pasados en vano, para que no queme la vergüenza por el ayer vil y mezquino, y para que al morir se pueda exclamar: ¡Toda la vida y las fuerzas han sido entregadas a lo más hermoso del mundo, a la lucha por la liberación de la humanidad!."
