[Tinta Roja 25] Nociones básicas para un joven soldado

Muchos jóvenes de familias trabajadoras hacen las pruebas para ingresar en el ejército, puesto que en éste se ofrece un trabajo y un salario estables. En este artículo pretendemos explicar cómo es el proceso de selección para las Fuerzas Armadas que deben pasar todos los jóvenes que quieran hacerse soldados, desde la oficina de reclutamiento hasta la jura de bandera.

Dentro de las Fuerzas Armadas también hay diferencia de clases. Los jóvenes de familias históricamente militares tienen más fácil acceso a la oficialidad.

Este artículo se puede encontrar en el Tinta Roja 25 (descargar).

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En la oficina de reclutamiento y, tras escoger la unidad a la que quieres pertenecer, te piden que presentes el historial académico, el historial de antecedentes penales, el permiso de residencia (en el caso de extranjeros) y el testamento. Luego pasas a hacer tres pruebas: psicotécnica, médica y física. Si eres apto, pasas por la oficina de reclutamiento donde te dan la lista de los materiales que necesitarás y el "pasaporte", un documento con el que podrás desplazarte gratis al Centro de Instrucción y Movilización (CIMOV) donde te hayan destinado.

Es en la llegada al CIMOV cuando empieza lo duro. Desde que bajas del bus te reciben a gritos con frases del tipo "pollo", "carne fresca" o "pide la baja", mensajes que te acompañarán durante los siguientes tres meses de instrucción. Te mostrarán tu cama y te darán las sabanas. A la mañana siguiente te raparán la cabeza, te tirarán el petate con tu ropa, te explicarán cómo va la cosa y comenzarás el adiestramiento. Mediante esta primera instrucción buscan que te familiarices con lo básico que debe conocer un soldado: instrucción nocturna, preparación física, transmisiones, equipo, orden cerrado y tiro. El objetivo principal es poner a prueba a los reclutas a base de minar la moral y machacar físicamente para que se queden los más duros. Finalizado este periodo, juras bandera y te conviertes oficialmente en soldado.

En lo referente al contrato y los honorarios, un soldado no firma un contrato como en cualquier otro oficio, sino un "compromiso" que debe de cumplir sin réplicas. Así es que exigir que se cumplan tus derechos no es posible porque "eres un soldado por vocación". Antes, el sueldo era más elevado en las zonas con riesgo de atentado, ahora, tras el abandono de la lucha armada de ETA, el salario de los soldados han quedado en torno a 1000 € a la baja. Solo las maniobras dan un extra.

También es evidente el control de la oficialidad por parte de familias históricamente militares. Estos jóvenes de familias acomodadas ingresan directamente en la academia donde pasan 4 o 5 años para ser tenientes, ganándose rápidamente favores y privilegios.

Recientemente un Teniente ha publicado un libro titulado "Un paso al frente" que le está costando su carrera en el ejército, pero que pretende servir para la lucha por los derechos de los soldados.

Índice del Tinta Roja Nº 25

Editorial, página 3

• En todo barrio, centro de estudios y de trabajo: un punto de distribución de Tinta Roja (Adrián J. Bertol).

Movimiento Estudiantil, páginas 4-5-6

• Con organización, el movimiento estudiantil avanza (Guillermo De Tuya).
• El incremento de las tasas nos expulsa de la universidad (José L. Aedo).
• Falta de plazas en la FP (Alejandro Castellano).
• Primer encuentro estatal de estudiantes organizado en Barcelona (Pau Román).
• El Bloque de Institutos de Madrid se pone en marcha (Pedro Fernández).