El Casal Tramuntana, de carácter fascista, ha cambiado su ubicación

El Casal Tramuntana, famoso en Cataluña por ser la tapadera social de diversas organizaciones fascistas, ha cerrado el antiguo entresuelo donde estaban en el barrio de Clot para trasladarse a un local con acceso desde la calle en el barrio de la Verneda. Es un salto cualitativo en la estrategia del fascismo que intenta ganarse a sectores juveniles, de la pequeña burguesía en proceso de proletarización y del lumpenproletariado para ejercer como perro de presa de la burguesía.

No hay que cerrar ninguna vía para torpedear el trabajo de los fascistas, pero una solución completa solo puede pasar por la organización popular en respuesta y el trabajo de concienciación para que la clase obrera y los sectores populares entiendan que una salida nacionalista solo beneficiaría a los explotadores, y que la única salida favorable es la expulsión de estos mismos.

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Durante los últimos días los vecinos del barrio barcelonés de la Verneda se han empezado a enterar de que un colectivo fascista ha abierto una sede en sus calles. El Casal Tramuntana, antes situado en un entresuelo bunquerizado en el barrio del Clot ha cambiado su ubicación a un local con acceso desde la calle en un barrio de extracción obrera.

Para los vecinos del Clot supondrá un descanso, pero pese al marcaje de diversos colectivos los fascistas no han desaparecido, es más que evidente que este desplazamiento responde a un salto cualitativo en su estrategia, porque el fascismo ha sido históricamente el perro de presa de la burguesía y está sujeto a la existencia de ésta.

Los organizadores de esta asociación dan sus primeros pasos en partidos abiertamente fascistas, como MSR [1], y antes de crear la marca Tramuntana tienen su primera experiencia con "Militia" estéticamente más cercana a la idea original de su proyecto: la Casa Paund de Italia [2], quienes haciendo una actividad solidaria con la población italiana, y caracterizados por un discurso nacionalista, se nutren de sectores populares de la sociedad como la juventud, la pequeña burguesía en proceso de proletarización o el lumpenproletariado, que son lo que más notan la crisis al verse desposeídos de sus privilegios y espiración de vida.

Los vecinos del barrio, junto a compañeros que vivieron la experiencia en el Clot, han respondido rápidamente celebrando una asamblea popular y realizando una concentración al lado del local (foto), ahora situado en la calle Alcalá de Guadaira 22, donde se acercaron centenares de vecinos.

La posición que han trasladado los comunistas en todo momento es la de no cerrar ninguna vía para torpedear el trabajo de los fascistas para no dejar pasar el problema, pues entendemos que no se trata de "cuatro jóvenes rebeldes y agresivos" como se nos intenta hacer creer desde determinados medios, sabemos que es la fuerza con la que los empresarios actúan al margen de su ley para atacar a los sectores combativos de la clase obrera y los sectores populares con el fin de mantener su posición, así fue en la Italia de Mussolini, en la Alemania de Hitler y lo mismo ocurre hoy en Grecia con Amanecer dorado [3]. No es momento de centrar todo el esfuerzo en pretender cerrarles el garito, sino que hay que trabajar por concienciar a la clase obrera y los sectores populares de que en el capitalismo no hay futuro para ellos salvo el de más explotación y miseria, que un futuro digno para la mayoría social depende de lo que hagamos hoy nosotros mismos para girar la rueda de la historia hacia adelante construyendo el socialismo, y que una salida nacionalista solo beneficiará a los grandes empresarios de este país.

 

Notas:

[1] www.msr.org.es

[2] www.casapounditalia.org

[3] www.xryshaygh.com

 


Eric Rodríguez es miembro del Buró Político de los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC).

 

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