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Jue03102024

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Hay republicanos de todas las clases

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Hay muchas clases de republicanos y diferentes tipos de república. Normalmente se hace una amplia generalización cuando hablamos de "republicanos", haciendo un paralelismo con respecto a la Segunda República. Pero luego vemos en conflictos laborales cómo algunos republicanos juegan un papel perjudicial para la lucha obrera e incluso hay republicanos que defienden la explotación capitalista.

En 1936, la Pasionaria también tuvo que denunciar el papel que jugaban los republicanos burgueses, incluso los republicanos del PSOE, aún compartiendo con ellos el Frente Popular. No todos los republicanos eran de la misma clase.

Hoy en día, ¿a la juventud nos sirve de algo una república si es como la francesa, la alemana o la estadouidense? Nos interesa expulsar a los oligarcas monopolistas que nos niegan el futuro y esos no se marcharán con cualquier tipo de república.

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Hace unos meses, el grupo promotor de los Comités de Unidad Obrera en Zaragoza decidimos hacer una campaña en la fábrica de Mann Filter tras recibir información de un compañero que denunciaba contrataciones irregulares y grandes diferencias salariales entre trabajadores fijos y temporales, que afectaban sobre todo a los jóvenes de la empresa. Todo ello sin oposición alguna por parte del Comité de Empresa, el cual además se desentendía cuando alguno de los jóvenes preguntaba acerca de sus condiciones laborales.

Con los datos recogidos, decidimos redactar un comunicado que, en forma de bando, colocamos en las paradas del bus de empresa, bajo el título "Trabajadores de Mann Filter: ¡No más temporalidad!". Una forma complicada de llegar a los trabajadores, pero la única posible al no poder acceder al interior de la fábrica.

Sin saber bien el resultado que podía tener, unos días después, en el Facebook del CUO Zaragoza, donde también publicamos el comunicado, apareció el comentario de un hombre acusándonos de mentirosos de malas maneras. En su foto de perfil salía con el detalle de una bandera tricolor y presumía de ser republicano.

Quizás a alguno le resulte contradictorio que un republicano juegue un papel contrario a los trabajadores, pero la verdad es que a mí no. No es la primera vez que veo algo así. En otros muchos conflictos también he podido observar cómo "republicanos" llevaban a los trabajadores al callejón sin salida de la negociación exclusivamente institucional o desde un inicio hacían propuestas a la baja. En muchas ocasiones incluso estos sindicalistas pertenecían a partidos políticos de aquellos que se autodenominan republicanos, sobre todo a Izquierda Unida.

Y es que ser republicano no es sinónimo de estar del lado de los trabajadores. Muchas veces se hace una generalización de lo que fue el periodo de la II República, como si ésta fuera un periodo ideal para la clase trabajadora, al margen de los partidos que gobernaran en cada momento. Pero no fue hasta 1936 cuando el Frente Popular consiguió la victoria electoral. Y ni siquiera todos los partidos que formaron el Frente Popular estaban del lado de los trabajadores. Para conocer los entresijos de este periodo, recomiendo la lectura de "El único camino" de Dolores Ibárruri, La Pasionaria.

La propia Pasionaria vivió en sus propias carnes una de estas contradicciones "republicanas" tras ganar el Frente Popular las elecciones.

Una de las promesas electorales de 1936 había sido la liberación de todos los presos de la Revolución de Octubre de 1934, que tuvo su núcleo en Asturias pero se extendió a otros lugares del país. Mientras que los republicanos de Izquierda Republicana o PSOE daban largas a la puesta en libertad de los presos justificándose en que no se tenían los permisos legales, la Pasionaria fue directamente a la cárcel de Oviedo cogiendo las llaves de las celdas y liberando a los presos con el respaldo total de las masas obreras. Es la diferencia entre el formalismo demócrata del republicanismo burgués y el carácter práctico de los comunistas.

Algunos quizás piensen, ¿qué tiene que ver todo esto con la actualidad? Pues sin duda está relacionado con el anuncio de abdicación por parte de Juan Carlos I en su hijo Felipe de Borbón, y la extensión de la reivindicación republicana entre el pueblo.

No hay republicanos de una sola clase, hay republicanos de todas las clases. Ser "republicano" hoy en día exige más bien poco. Normalmente se dice republicano aquel que siente nostalgia por la Segunda República y entiende el principio de igualdad entre todos los hombres, lo cual choca con que el Jefe de Estado no pueda ser elegido. Estos republicanos lo son al estilo de aquellos liberales que tras 1789 extendieron las revoluciones burguesas por toda Europa y poco a poco fueron derribando las monarquías aún imperantes. Cuando les preguntas, "¿entonces, democracia, para qué clase?" quedan bloqueados o te responden que por el momento tenemos que aunar fuerzas y superar nuestras diferencias para conseguir la república, que luego ya veremos...

¿Pero acaso son secundarias las diferencias que pueden existir entre los diferentes tipos de republicanos? ¿Están en el mismo bando los sindicalistas del Pacto Social y los trabajadores a los que venden? O yendo más allá, ¿pueden defender el mismo tipo de república los republicanos que tienen una empresa con varios trabajadores a su cargo que los republicanos que trabajan para ese primer republicano?

Es posible que algunos hagan abstracción de la clase social y entiendan que ambos tipos de "republicano" comparten una misma lucha. Para ello se apoyarán en la necesidad de una mayor democracia, unas instituciones más participativas... Incluso algunos citarán la experiencia del Frente Popular para justificar que obreros y patrones, porque al final es eso, deben ir de la mano.

No obstante, para los que nos reconocemos republicanos pero somos ante todo obreros conscientes, no puede ser así. Sería ir contra nuestros propios intereses. Equivaldría a adornar la explotación con banderas tricolores, a ver a los soldados desfilar a ritmo de Himno de Riego en las misiones de la OTAN o a privatizar los servicios públicos bajo consignas de "libertad, igualdad y fraternidad".

¿A los jóvenes trabajadores de qué nos sirve una república si es como la francesa, la alemana o la estadounidense? La forma de gobierno no modifica el carácter de clase del mismo gobierno, esto es, que aunque ahora España se constituyera en república, no se echaría del poder a los grandes oligarcas monopolistas que nos niegan el futuro.

Por eso el tipo de república sí nos importa y por eso sí hacemos distinción entre tipos de republicanos. La única solución para los problemas de la juventud de extracción obrera y popular pasa por la conformación de un frente obrero y popular que no solo derroque a la monarquía, sino a quienes han sido defensores de esta forma de gobierno durante décadas y que controlan la economía, es decir, a la burguesía capitalista. Además, muchos de sus miembros, no por casualidad, son hijos o nietos de quienes masacraron a los héroes republicanos en los años 30. La propiedad privada se transmite por herencia.

Sin ninguna duda, hay que aprovechar este impás para situar la abolición de la monarquía como una reivindicación popular. Pero también hay que saber explicar que, en todo caso, la proclamación de una república es insuficiente si esta república no toma de inmediato las medidas de nacionalización de la banca y las empresas públicas privatizadas, asegura la prestación indefinida de desempleo, deroga las contrarreformas laborales y prorroga los actuales convenios colectivos, mantiene una sanidad y una educación públicas, anula el proyecto de ley del aborto, suspende todos los desahucios, deroga la ley de extranjería, suspende todos los privilegios de la Iglesia Católica, deroga la Ley Antiterrorista y otras leyes de excepción y sale del Euro, la Unión Europea y la OTAN.

A los republicanos que no se pongan del lado de la clase obrera en su lucha por la toma del poder, a los republicanos burgueses o reformistas, hay que desenmascararlos, tal como hicieron la Pasionaria, José Díaz y Pedro Checa. Por eso tampoco podemos perdernos en esta efervescencia y dejar de lado los símbolos que representan a los republicanos de nuestra clase.

En primer lugar, los jóvenes trabajadores llevaremos nuestras banderas rojas y nuestras tricolores siempre tendrán una estrella roja en el centro.

Es nuestra clase.


Adrián J. Bertol es Director de Tinta Roja.

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