- El acuerdo es de carácter urgente, motivado por los acontecimientos en Francia
- Entre las medidas: mayor facilidad para considerar a alguien terrorista y aplicar la ley especial contra él
- Hay un especial recrudecimiento de las penas relacionadas con las redes sociales
Tras los famosos hechos acontecidos en París hace unos días, varias han sido las consecuencias: aparte de cómo la extrema derecha intenta crear odio hacia la comunidad musulmana y usarlo en su favor, en nuestro país se está gestando una nueva ley antiterrorista.
PP y PSOE han alcanzado un acuerdo de Estado de carácter urgente, al margen del código penal, cuya revisión sigue en debate. El ministro de interior ha declarado que es una "buena noticia para España, para la democracia y para nuestro Estado de derecho". Pero, ¿cómo afectará esto a quienes no somos fundamentalistas islámicos? Pareciera que en nada, pero la práctica parece que demostrará lo contrario.
Entre las nuevas medidas encontramos las siguientes. En primer lugar, podrá acusarse de terrorista a alguien aunque no pertenezca a ninguna organización, simplemente por cometer un acto que el Estado considere "terrorismo". En segundo lugar, se recrudece la pena por poseer, aunque tampoco se pertenezca a ninguna banda terrorista, armas, precursores, explosivos o elementos que puedan servir para su fabricación. Otra medida ampliará los criterios para considerar a un individuo miembro de organización terrorista, siendo mucho más fácil ser acusado de esto. Finalmente -aunque hay muchas más novedades- se recrudecerá la pena por enaltecimiento del terrorismo, siendo especialmente más dura cuando ésta se realice por medio de redes sociales. En la misma linea, se penalizará la difusión de contenidos que "inciten a la comisión de actos terroristas".
Siendo testigos como somos de la escalada de represión que el Estado está protagonizando contra la juventud combativa de nuestro país, no sería de extrañar que estas leyes sirvieran de justificación para perpetrar y acentuar la represión, no ya contra fundamentalistas yihadistas, sino contra quienes protagonizan las movilizaciones populares y las luchas obreras y estudiantiles.
