Agresiones nazis y antinazis ¿cómo las tratan la justicia y la prensa?

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La ley no es igual para todos y quien diga lo contrario miente o ignora; para muestra la absolución de la infanta, dictada por el mismo personaje que hace pocos días condenaba a un joven a tres años de prisión por robar una bici. En esta doble cara de aplicar la ley también se ven beneficiados -y así viene ocurriendo en España desde hace décadas- los fascistas, los neonazis. Un ejemplo de ello son los casos de agresiones físicas, desde o hacia nazis, y el distinto trato que de ello hace no sólo el aparato judicial sino también la prensa.

Todavía anda en el aire el caso de la chica de Murcia. Una conocida neonazi de la ciudad, que está demostrado que participaba asiduamente en agresiones homófobas y xenófobas organizadas y en otras cacerías de jóvenes antifascistas. Tras perpetuar decenas de agresiones por esos motivos, recibió ella misma una agresión por parte de personas que le pegaron no por ser lo que es, sino por hacer lo que hace. Se abre el debate. ¿Es lícito agredir a un fascista? ¿Cómo hemos de combatir esta ideología y concretamente su parte más callejera? Es interesante a parte de esto, para entender bien qué es y cómo combatir al fascismo, ver cómo trata la sociedad burguesa el fenómeno.

Tratemos un par de ejemplos, rápidamente. El Rambo del Bierzo, un nazi de 43 años detenido por tenencia de munición de guerra y tenencia de explosivos, fue condenado a 4 años de prisión, teniendo en cuenta sólo esas dos cosas, sin contar la apología del fascismo ni agresiones. La audiencia de León le ha conmutado la pena por 10 meses de trabajo comunitario. 1

Hace poco más de un año, 16 nazis valencianos fueron juzgados por venta de armas, tenencia ilícita -los encontraron hasta con un lanzagranadas- y apología del fascismo. Además, existían grabaciones del grupo hablando literalmente de cacerías a moros y guarros. La audiencia de Valencia los absolvió, porque las escuchas no eran lícitas. Entre ellos estaba el asesino de Guillem Agulló, autor del asqueroso asesinato que aún perdura en las rabiosas cabezas de toda persona antifascista. 2

Algo más hace del caso de Jimmy, hincha del Deportivo, que fue asesinado y lanzado al Manzanares por los fascistas del frente Atlético. Archivado sin culpables. 3

Esto se llama justicia de clase y moral de clase, fácil de entender cuando pensamos en las personas que entran en prisión por usar una tarjeta de crédito perdida para comprar pañales, por robar una bici, por impedir que otras personas sean desahuciadas, por defender sus derechos laborales en la puerta de su fábrica... mientras neonazis con armamentos serios campan a su aire, hacen homenajes a Franco, dan palizas y extienden ideas de segregación y odio al diferente y al progresista.

¿Y cómo lo trata la prensa? Cuando una agresión sucede en la primera dirección, poco eco se hace, rápidamente se lanzan balones fuera y tras una noticia por compromiso -o ni eso- se archiva el asunto y no se vuelve a saber. En cambio, cuando sucede al revés, la exageración y la manipulación se apoderan de los titulares, se le da todo el bombo posible y se trata de criminalizar a "la izquierda" y al movimiento antifascista. Ejemplos de titulares cuando el caso de Murcia:

La agresión fue un claro ejemplo de cacería (La opinión de Murcia)

Sola y sin ayuda, las impactantes imágenes de la brutal paliza a una joven en Murcia (La Sexta; sí, la Sexta)

La izquierda radical justifica la paliza (La Gaceta)

Nueva agresión en Murica: "le llamaron nazi y empezaron a darle" (ABC)

La juez tilda la agresión a una joven de Murcia de «cobarde, sorpresiva y desproporcionada» (ABC también)

Los casos de agresiones fascistas se suceden, y si bien algunas veces las agresiones son condenadas y juzgadas, la mayoría de veces no lo son, y se archivan grotescamente como las anteriormente citadas, o directamente ni siquiera se tratan, pues es imposible identificar agresores. En el problema de la violencia de género sucede que, si bien hay alguna mujer que agrede a algún hombre, las agresiones machistas son inmensamente más numerosas y sustentadas por un sistema cultural y económico de desigualdad y violencia en esa dirección. Lo mismo sucede con las agresiones fascistas -homófobas, xenófobas...: no existiría "el antifascismo" si no existieran personas de ideología fascista. La razón por la que existe ahora mismo el fascismo, tanto el callejero como el políticamente organizado, es lo bien que le va al sistema capitalista todo lo que promueve. Claro que le pone límites cuando no puede hacer otra cosa, claro que encarcela a algunos lunáticos, pero el trato irrisorio que la prensa y las instituciones judiciales otorgan al fascismo tiene un significado. El partido fascista que sitúa -situará de forma seria cuando al capitalismo español le haga falta- los problemas económicos de la clase obrera en la inmigración, o de la decadencia cultural en la diversidad sexual, o justifica el miedo con las maldades del bolchevismo, juega un papel esencial para la burguesía, nuestra burguesía reaccionaria y parásita: evitar la organización popular revolucionaria en todos los ámbitos. Los y las jóvenes que se dejan engañar por estas pseudo teorías políticas juegan el papel de peones en la guerra de clases: pega a lesbianas porque son antinatura, pega a comunistas porque son progresistas, pega a moros porque nos quitan el trabajo. Eso es el reflejo callejero del calado de la ideología fascista general: dividir al pueblo, llevar a una parte de la clase obrera por la senda de la discriminación y el odio en lugar de la lucha, sembrar el miedo, ofrecer soluciones fáciles, egoístas.

El fascismo es la cara más violenta de la lucha de clases, el escuadrón callejero de los intereses de la oligarquía y burguesía más rancias, y por ello el pueblo debe confrontarlos, debe defenderse de quien lo agrede y sí, con las manos si es necesario: nuestra dignidad de trabajadores, bisexuales, negros o comunistas nos impide quedarnos quietos mientras se nos agrede sistemáticamente. Pero no podemos reducir este problema a pugnas entre "bandas", a encuentros aislados y peleas personales. No podemos seguir más tiempo con la situación de que las únicas personas activamente antifascistas sean comunistas y anarquistas. Toda la clase trabajadora debe rechazarlo, y especialmente aquellas personas que se ven atacadas por su condición de inmigrante, mujer, homosexual o cualquier otro rasgo. Han de ser los barrios enteros, como ha ocurrido ya algunas veces, los que expresen por todas las formas su rechazo al fascismo: con marchas, con campañas en los colegios, con carteles en las tiendas, con unidad de clase entre trabajadores nativos y extranjero, denunciando y no permitiendo cualquier actividad fascista, sobretodo las más cruentas, las agresiones físicas.


 

1 http://cadenaser.com/emisora/2017/01/26/radio_bierzo/1485421013_541412.html

2 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/07/15/valencia/1436948641_125348.html

3 http://www.marca.com/futbol/deportivo/2016/12/21/585a8eae468aebc8758b456e.html

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