¡Nos ha tocado la lotería!

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¡Enhorabuena! A ti también te ha tocado el gordo. ¿Quién tiene más opciones de ganar la lotería? Pues quien más papeletas compra, quien abarca más porcentaje de probabilidad, ¿no? Para decidir quién va a cargar con el peso de la crisis económica y política del capitalismo, también se hace una especie de sorteo, y siempre ha ganado y gana todavía el sector social más numeroso, que más papeletas tiene: el pueblo trabajador, y en concreto la juventud. Pero ¿es esto azar, o ha sido amañado este sorteo social?

Señoras y señores el sorteo ha sido amañado, y ello hace que el premio se reparta egoístamente entre la juventud trabajadora y los demás sectores populares, sin ceder ni un pedacito a los empresarios y banqueros, ni a sus políticos e intelectuales. Da igual que el lector haya comprado décimos o no, el premio nos ha tocado a todos, y viene muy cargado, dividiéndose en varios paquetes.

En primer lugar, una maravillosa tasa de paro juvenil, en el pódium de las europeas, sólo igualada por la griega: nada más y nada menos -bueno, en realidad más- que el 50% de los jóvenes españoles están en situación de paro. No pueden llevar un sueldo a casa, para suplir el 23% de paro adulto, que sitúa a más de 5 millones de trabajadores en situación de desempleo y por tanto de miseria. No pueden tampoco emanciparse, ni desarrollar sus proyectos vitales. Por el contrario, tienen que vivir en las viviendas familiares y en muchos casos, emigrar para encontrar un trabajo, precario la mayoría de las veces. Pero no se alarmen, así la juventud tenemos más tiempo libre y de ocio, aunque a la larga no tengamos para comer ni tampoco ninguna garantía de vida.

En segundo lugar, una de las mayores tasas también en materia de emigración juvenil. Se cuentan ya por cientos de miles los que han abandonado desde 2008 el Estado Español en busca de un futuro en otra parte: el crecimiento exponencial del paro, las pocas ayudas sociales, el encarecimiento de los estudios y la imposibilidad de ejercer profesiones acordes a los conocimientos adquiridos han forzado a un número importante de jóvenes a abandonar el país. Si se hubiesen quedado, por cierto, la tasa de desempleo sería incluso mayor. Esta realidad impide a la juventud desarrollar su proyecto vital en la tierra de la que proceden, donde están sus amigos y sus familias, pero que nadie se preocupe, así podemos ver mundo, conocer otras culturas y aprender a decir "por favor, necesito un trabajo" en distintos idiomas.

¡Y aún hay más! Uno de los puntos estrella del gordo que nos ha tocado es el Plan de Garantía Juvenil que ya lleva bastantes meses en funcionamiento: a grandes rasgos se trata de que los empresarios recibirán 1800 euros por cada menos de 25 años que contraten. Ai, qué maravilla, cómo nos cuidan estos gobiernos. Por cierto, el dinero que se dará a los empresarios será público; ah, y los contratos podrán ser de aprendices, de formación y de prácticas, muchos de ellos con salario cero; ah, y se permite despedir a un trabajador para 30 días después contratar a uno más joven y pagarle mucho menos (alrededor de un 75% menos de lo acordado en el convenio), dejando a un obrero u obrera más en la calle; ah, además en muchas ocasiones el empresario podrá no pagar la seguridad social del joven. Como no se me ocurre una sátira para esta medida, es interesante señalar quién promovió en la Unión Europea estos maravillosos regalos para la juventud trabajadora: nada menos que el PIE (Partido de la Izquierda Europea) que engloba, por ejemplo, a Izquierda Unida.

Éste si que es el último, el último que señalamos: los demás los podrá comprobar el lector a medida que los vaya disfrutando, además muchos premios son sorpresa. Se trata de una generosa subida de tasas universitarias. Según los ambiguos estudios de distintas agencias, España está en el top 10 de estudios universitarios más caros de Europa. Aunque algunas universidades han congelado el precio de las tasas, muchísimas otras los han subido hasta números espeluznantes: Catalunya y Madrid, por ejemplo, van a la cabeza con carreras que incluso han doblado su precio en pocos años. Esto obviamente encarece la educación superior, y se expulsa de ellas a la juventud trabajadora que no puede pagarla. Pero por favor, ahora sí que no se preocupen: ¡Habrá becas para ayudar a quienes tengamos problemas económicos! No, esto no está incluido en el premio, las becas se quedan como están pero incluso se reduce su cuantía. Ah, pues ¡Al menos si pagamos más es porque recibiremos mejor educación! Va a ser que no, las infraestructuras, la calidad docente y de contenidos están de capa caída, cualquiera lo puede corroborar.

Por unas razones o por otras, a la juventud nos ha tocado el gordo, pero no sólo en Navidades sino durante todo el año. Y ciertamente sí que conocemos las razones: el sistema capitalista tiene que recuperar beneficios y lo hace en virtud del empobrecimiento y miseria de la juventud trabajadora. Respondiendo a la pregunta del encabezado: claro que está amañado el sorteo, siempre pagan los mismos, la clase trabajadora, los estudiantes, los jubilados, los explotados y oprimidos, los hijos de nadie.

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