Decathlon es un ejemplo de cómo funciona el empleo juvenil en el sector comercial: se trabajan más horas de las que estás contratado, existe un gran control sobre el trabajo desempeñado, se marcan objetivos a cumplir sin excusas, la representación sindical no existe o está vendida...
El modelo de máxima flexibilización laboral tiene en Decathlon un buen ejemplo. En esta empresa, los trabajadores (preferentemente jóvenes que compatibilizan este trabajo con sus estudios) firman un contrato por 20 horas semanales pero en la práctica realizan muchas más. ¿Cuántas? Difícil dar un dato exacto pues cada trabajador tiene una jornada totalmente distinta de un día para otro. Tan pronto este lunes puede trabajar de 4 a 8 de la tarde, pasando el martes a entrar a las 10 de la mañana y salir a las 2 como librar el lunes siguiente.
Además, los trabajadores reciben grandes presiones sobre ventas y tiempos. Así, la empresa cronometra el tiempo que tardan en descargar el camión y colocar los productos en la tienda y reciben órdenes de los porcentajes de venta que deben realizar de cada producto al mes. ¿El premio? Si se superan los objetivos al final del día, por megafonía sonará al cierre la canción de ese universo (sección).
La situación de estos trabajadores empeorará previsiblemente pues en octubre de 2013 Decathlon anunció una caída de los beneficios del 5%. La empresa no tiene pérdidas, simplemente ha pasado de ganar 102 millones de euros a ganar 97 (sus ventas superan los mil millones). Por lo visto al cerrar el año económico no sonará la canción de la sección de los directivos.
Desgraciadamente el caso de Decathlon no es un caso aislado sino que se trata de un modelo para casi todas las grandes superficies comerciales: El Corte Inglés, Alcampo, Carrefour... Los pocos jóvenes que encuentran un trabajo lo hacen bajo unas condiciones de miseria que no dan ni para sobrevivir, demostrando el futuro que les espera si las relaciones laborales continúan estando dictadas por el capital. Para más inri, los "sindicatos" mayoritarios en estas superficies (FASGA, FETICO...) son una herramienta más del patrono.
Ana Escauriaza es Subdirectora de Tinta Roja y miembro del Comité Central de los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC).
