El trabajo en el periodo navideño: contratos basura para todos

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Vuelve la Navidad y los centros comerciales se vuelven a engalanar de adornos navideños, de árboles con pomposas bolas relucientes y con lucecitas de colores que nos indican que todo es felicidad y armonía. Sin embargo, detrás de toda esta parafernalia, se esconde la realidad que bien conoce la juventud obrera: la explotación desmedida de los contratos temporales.

En estas fechas, debido al aumento del consumo y al volumen de negocios en los centros comerciales, año tras año nos encontramos con la contratación por parte de las empresas de trabajadores para sus necesidades por un periodo muy corto de tiempo y donde siempre recurren a contratos temporales con los que explotar de la mejor forma posible a la clase trabajadora y en especial a la juventud obrera, la cual por sus características, como el ser estudiantes o el no tener experiencia laboral, la hace propensa a ser objeto de estos contratos. Los contratos a los que recurren las empresas en estas fechas se caracterizan por ser temporales, bajo salario, horario flexible, horas extras, cobro del salario en negro... en resumen, precarias condiciones.

Según pasan los meses, los informes que se conocen sobre la situación del empleo en España, dejan claro que se destruye cada día que pasa puestos de trabajo indefinidos, imponiéndose los contratos temporales. Las empresas recurren cada vez más a contratos a tiempo parcial y sobre todo a contratos que a nosotros como juventud obrera nos afecta en gran medida, como los contratos de formación y aprendizaje, mediante los cuales las empresas, respaldándose en la excusa de que nos están formando, nos explotan en condiciones laborales cada vez más paupérrimas, llegando a la situación en muchísimos casos de no estar remunerados dichos contratos.

Centrándonos en los contratos que nos ofrecen ahora durante el periodo navideño, sobre todo las grandes empresas, sean empresas de alimentación, ropa o cualquier otro producto, coinciden en las condiciones. Todos conocemos las situaciones, bien por haberlas sufrido nosotros mismos o bien por conocer gente próxima a nosotros que lo ha vivido, que se dan en los centros de trabajo en esta época. La explotación a los trabajadores se multiplica ya que el contrario precario es el contrato navideño por excelencia.

Situaciones donde el trabajador no sabe cuál es su horario, dependiendo de las necesidades del empresario o del día en cuestión para trabajar más o menos horas. Aguantar la jornada de trabajo, saliendo tarde del centro de trabajo después de estirar tu jornada laboral a base de horas extras que luego no verás pagadas a final de mes; problemas a la hora de que te paguen de manera puntual, junto con el pago de horas de tu trabajo en negro; incumplimiento del convenio a favor del empresario, sin descansos, sin días libres, impago de pluses... es fácil pensar que con un 60% de paro juvenil ante cualquier queja individual nos despedirán.

Esto es a lo que nos enfrentamos la juventud obrera. El empresario burgués no busca quedar bien con sus trabajadores, nos contrata para que prestemos un servicio o hagamos una obra determinada, pero una vez concluida esa obra o ya no sean necesarios nuestros servicios, nos dará una patada y nos mandará a la calle, a la cola del paro. Hasta que esto llegue nos explotará, nos pagará por nuestro trabajo cantidades ridículas sin respetar los derechos por los que la clase trabajadora ha luchado tanto durante años.

Todo esto es posible gracias al capitalismo. El capitalismo se fundamenta en la explotación, en la apropiación del trabajo de la mayoría trabajadora por parte de una minoría burguesa parasitaria. No existen medias tintas. Buscan explotar, exprimir a la clase trabajadora hasta lo inimaginable con solo un objetivo: obtener más beneficios.

La pérdida de nuestros derechos, con la aprobación de leyes cada vez más favorecedoras al empresario, la suspensión de los convenios colectivos, las tasas judiciales que van dirigidas a impedir a la clase trabajadora, la clase con menos recursos, el acceso a la justicia, impidiéndole recurrir a ella para proteger sus derechos... todo esto lo defienden nuestros gobiernos, porque no hay medias tintas, o estás con la clase trabajadora o estás con la burguesía que explota y oprime. Los gobiernos de turno representan y gestionan los intereses de la minoría burguesa. Ante esto, tenemos que organizarnos para luchar por nuestros derechos porque la minoría explotadora está organizada.

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