Los ERE de 2015 en datos (parte II)

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En la primera parte de este artículo repasamos 5 casos de los Expedientes de Regulación de Empleo realizados en el Estado Español durante el año 2015. Recordamos que un ERE es un arma de las patronales para, alegando causas objetivas -pérdidas económicas, mala previsión, cambio organizativo o técnico- plantean un reajuste en las plantillas, que van desde la reducción de jornada, a la suspensión temporal, al despido, siendo estas dos últimas medidas las más comunes y flagrantes. En total, 88.000 trabajadores han sido afectados sólo el año pasado por estas medidas.

Antes de pasar a hacer reflexiones globales y ofrecer datos completos, podemos repasar dos casos más de ERE, por una parte por su importancia, y por otra por no olvidar de qué tipo de medidas y procesos, con unas consecuencias muy concretas e importantes estamos estudiando:

Everest (Castilla y León): De una plantilla de 500 trabajadores, a base de ERE en los últimos años, quedaron sólo 320 trabajadores en la editorial, la mayoría de los cuales, por cierto, dejaron de cobrar varias nóminas. Previamente, su salario se había visto reducido entre un 3 y un 8% por otro ERE. El último expediente afectaba a 80 trabajadores1, y aunque la lucha de la plantilla fue verdaderamente ejemplar, con gran participación en las asambleas o uniéndola a otras luchas del territorio, finalmente quedaron afectados los 320. La mala gestión de la empresa ha llevado a la ruina el negocio y quien paga es, obviamente, los trabajadores, que con varias nóminas sin recibir y los alquileres sin pagar, se han visto en la calle. 320, sin contar a los 180 despedidos antes, son los afectados por este conflicto.

Coca-Cola (Todo el Estado): Aunque el ERE se inició en 2014, por su importancia y su continuación hasta 2015, lo situamos en este artículo. Como es sabido, Iberian Partners, embotelladora de Coca-Cola en España, planteó un ERE que afectaba a 1250 trabajadores, 750 de ellos despedidos –se cerraban 4 plantas de las 7 que hay en el país- y otros 500 desplazados a otras ciudades, con lo que implica esto incluso el despido encubierto. Desde enero de 2014 los obreros y las obreras de Coca-Cola han desarrollado una lucha para parar el ERE, que ha ido desde paros parciales, al boicot social a la marca, hasta la huelga indefinida. Principalmente ésta se ha mantenido en Fuenlabrada, planta que iba a cerrar y que, finalmente y según dicta el juez, no debe cerrarse: el ERE se declaró nulo. Como la justicia sirve a quien sirve, la empresa intentó igualmente desmantelar la fábrica, con la ayuda de la policía nacional que se enfrentó a los trabajadores que la defendían. A día de hoy, aún continúa la lucha por que las reincorporaciones se hagan en los términos correctos y los acuerdos se cumplan por parte de la multinacional. En total, 1250 familias golpeadas, y cientos de ellos en una constante lucha por su puesto de trabajo y su pan durante dos años2.

Ya es suficiente: hemos señalado sólo 7 empresas y el número de trabajadores y trabajadoras golpeados no hace más que aumentar. Si quisiéramos una lista completa, deberíamos hacer referencia a un total de 5.243 empresas, que durante 2015 -sin contar diciembre- iniciaron procesos de regulación de empleo. El número de trabajadores, como señalábamos, es de 88.345, y no olvidemos a sus familias, a la vida de las comarcas y ciudades y a la industria de nuestro Estado en general.

Es interesante ver cómo cuando en los medios de comunicación o en los propios órganos de la patronal se explica qué es un ERE -incluso nosotros lo hemos señalado- se equipara el carácter de los tipos de ERE: de reducción de jornada, de suspensión temporal, o de despido. Lo cierto es que sólo el 12% de los ERE implica reducción de jornada. El grueso de ellos trae consigo despidos colectivos (23%) y suspensiones temporales (53%), que por cierto tienen facilidad para mutar en despidos o para empalmarse con otras suspensiones, produciendo así despidos encubiertos en la práctica para las familias.

Otro dato a tener en cuenta es que de los 88.345 afectados en este año, casi la mitad, exactamente 41.396 trabajadores y trabajadoras, pertenecen al sector de la industria manufacturera. 9.641 pertenecen al sector del comercio, 7.000 a la construcción, 4.753 al de la hostelería... Que casi la mitad de regulaciones del empleo se den en la industria es además señal del amplio proceso de destrucción de puestos de trabajo en España y de la desindustrialización impuesta por la UE.

Cuando ofrece los datos, el Estado -el mismo Estado que, como decíamos, ayudaba a Coca-cola a incumplir la sentencia judicial que invalidaba el ERE y obligaba a reabrir su fábrica- ofrece también una relación sobre casos de ERE finalizados en acuerdo (92%) y de ERE finalizados sin acuerdo (8%)3. El dato es poco esclarecedor, porque algunos acuerdos han sido beneficiosos para los empresarios y otros para los trabajadores. En cualquier caso, de la experiencia de las luchas victoriosas es de donde debe beber la clase obrera de todo el estado para enfrentar las agresiones patronales: ninguna excusa nos vale para dejar en la calle o sin sueldo a los obreros y obreras que levantan este y todos los países.


 

[1]: http://www.ileon.com/actualidad/empresas/049985/everest-cierra-su-fabrica-y-plantea-un-ere-de-extincion-para-sus-80-trabajadores 

[2]: http://www.eldiario.es/economia/conflicto-laboral-Coca-Cola-sigue-abierto_0_421008172.html

 [3]: http://www.empleo.gob.es/estadisticas/reg/Reg15Ene-Nov/Resumen%20de%20resultados.pdf

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