Alexis Neira Navarro
Un año más, la clase obrera de todo el mundo vuelve a salir a la calle un primero de Mayo, en recuerdo de los trabajadores de Chicago que en el año 1886 fueron ajusticiados y condenados a muerte por el simple hecho de reivindicar sus derechos, en ese caso, el de la jornada laboral de 8 horas.
Fue un 1º de Mayo cuando comenzó una Huelga de más de 200.000 trabajadores, continuando las protestas los días siguientes, hasta que los cuerpos represivos del Estado decidieron actuar, llegando a disparar contra trabajadores, matando e hiriendo a un número desconocido de ellos; para posteriormente detener a varios, de los cuáles tres fueron condenados a prisión y cinco de ellos a muerte en la horca, acusados injustamente y sin pruebas, en un juicio farsa, de haber sido responsables de la explosión de un artefacto contra la policía.
Como ejemplo de lo allí acontecido, valgan este relato de José Martí, de aquella corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires: “…salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el de Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable...
Hoy, 127 años después de tal acontecimiento, la clase obrera se enfrente al mismo enemigo, a un capitalismo que, actualmente, se encuentra inmerso en una crisis estructural que hace que libre una batalla a muerte contra los derechos ganados hasta ahora por los trabajadores, ganados, como este día demuestra, con la sangre incluso de muchos de ellos, que dejaron sus vidas peleando contra los capitalistas.
Hoy, esa lucha de clases sigue más vigente que nunca, los últimos años han demostrado que el capitalismo ya absolutamente nada tiene que aportar a la inmensa mayoría de la población, la que vive de su trabajo, sino que en su intento de remontar la situación actual, acaban con todos los derechos que se creían ganados, rebajan salarios hasta tal punto que condenan a la miseria y al hambre a la población, impiden que se pueda acceder a una vivienda y, como en la revuelta de Chicago, utilizan el aparato estatal para cargar contra la clase obrera organizada, para reprimir a quiénes se atreven a tomar el camino de la lucha, ejemplos hemos tenido muchos últimamente (Alfon, Campus de Somosaguas, monatajes contra comunistas…), demostrando, una vez más, el carácter de clase del Estado.
Ante esta situación, el sindicalismo del pacto social llama al 1º de Mayo a toda la “ciudadanía” para que se movilice contra los recortes, desnaturalizando lo que significa este día; ante los recortes, que no son más que los que necesita el Capital para remontar su crisis, lo que toca es llamar a la lucha obrera, es llamar a la organización de los obreros y obreras para combatir contra la oligarquía, no para pedir limosnas, frente a un capitalismo que, hoy como ayer, nada ofrece a los trabajadores, toca levantar la contraofensiva, superando los límites del pacto social y creando Comités de Unidad Obrera en cada centro de trabajo que sean el germen del poder obrero que avance en la confrontación contra el capitalismo, arrastrando tras de sí a los sectores populares en un Frente Obrero y Popular por el Socialismo, por el poder obrero y popular.
Que este 1º de Mayo, aquellas palabras de uno de los “mártires de Chicago”, “la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora” se haga realidad, y que la voz de los obreros y obreras del mundo se oiga bien fuerte este día, que los oligarcas de todo el mundo vuelvan a sentir el terror rojo, que este día sea el de la lucha por la emancipación total de la clase obrera y por la lucha contra el capitalismo y la construcción del socialismo bajo el poder obrero y popular.
¡VIVA EL 1º DE MAYO!
¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!
