Ferguson: la guerra interna del imperialismo estadounidense

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Ferguson, un barrio de Sant Louis, en el Estado norteamericano de Missouri, es un microcosmos de los escenarios que genera la crisis capitalista. En él la comunidad afro-americana se expone a unos niveles de explotación y pobreza extremos que afectan a muchos sectores de la clase obrera estadounidense, también a la clase obrera blanca. En este escenario el racismo es utilizado por los capitalistas con el objetivo de dividir a la clase obrera e hiper-explotar a los trabajadores inmigrantes.

El estallido social se ha desencadenado tras el asesinato de un joven adolescente negro, Michael Brown, por parte del agente de policía Darren Wilson. Rápidamente los lazos de solidaridad se han extendido por todos los Estados Unidos, siendo este levantamiento en el corazón del imperialismo una esperanza para el proletariado y la juventud de todo el mundo.

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En Ferguson, Missouri, desde hace meses tiene lugar una guerra llevada a cabo por la clase dominante estadounidense contra la comunidad afro-americana: FBI, la CIA, la Guardia Nacional, la policía estatal y local y quién sabe cuántas otras unidades armadas se movilizaron con un equipo militar inagotable y armas de alta tecnología. Los helicópteros sobrevuelan constantemente y los satélites envían la información a los puestos de mando. Un estado de guerra para detener la rabia y la frustración del pueblo que ha explotado en las calles contra el largo reinado de terror racista llevado a cabo contra la comunidad.

La gota que colmó el vaso se produjo en agosto, con el asesinato de un adolescente negro desarmado, Michael Brown, por el agente Darren Wilson. Desde aquel momento hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes, han hecho un llamamiento a la justicia en las protestas diarias, no intimidados por que sean las fuerzas armadas del Estado de las barras y estrellas, a pesar de un gran número de arrestos sólo por "reunión ilegal". Con la declaración del estado de emergencia, el gobernador de Missouri ha militarizado la represión en la ciudad de Ferguson.

Junto con la fuerza policial-militar, la clase dominante estadounidense utiliza el arma mediática difundiendo mensajes por todo el país que distorsionan la naturaleza de los hechos, difamando sobre la lucha de las masas populares en Ferguson. La violencia estatal, como el homicidio de Brown, aparece clasificada en los medios como una "respuesta justificada a una amenaza percibida". Mientras que la comunidad negra y sus aliados están en las calles para pedir el enjuiciamiento del oficial Wilson, esto se convierte en un acto de "violencia" que requiere "la ley y el orden" de la policía.

Es una guerra de clases, porque se dirige contra los sectores más oprimidos de la población y la clase obrera. Los negros, latinos, nativos, constituyen la mayoría en esa parte de la población estadounidense que se niega a ser aplastados por los ricos y privilegiados. Y son duramente reprimidas porque la clase dominante sabe que ahí es donde más maduran las condiciones de la rebelión. Por qué se destinan millones de dólares para las cárceles, campos de detención y para la opcupación militar y policial de las comunidades oprimidas, a expensas de los salarios o de la asistencia sanitaria y la educación gratuita y de calidad para todos, que en los EE.UU. son un espejismo.

Como era de esperar, el Gran Jurado decidió no procesar al agente Wilson por asesinato; a la justa indignación y rebelión de las masas populares de Ferguson, las fuerzas de la represión estadounidense están respondiendo en este momento con un puño de hierro. En las calles está la batalla, el pueblo de Ferguson no se da por vencido, así como en el resto del país se extiende la rabia y la solidaridad. Miles de manifestantes se reunieron en Times Square de Nueva York, coreando consignas como "el rascismo mata"," no pemaneceremos de brazos cruzados","sin justicia no hay paz", siendo éste el lema que desde los primeros minutos después dee la decisión de la Corte fue lanzado por los manifestantes frente a la estación de policía Ferguson. En Washington, los manifestantes se reunieron en las afueras de la Casa Blanca: "Stop el racismo de la policía". Otras manifestaciones se llevaron a cabo en Boston, Los Ángeles, Filadelfia, Denver, Seattle, Oakland, Chicago y Salt Lake City, donde se cortaron las carreteras. La Aviation Federal Administration emitió una prohibición temporal de vuelo en la zona de la ciudad de Ferguson.

La rebelión de las masas de Ferguson, especialmente de los jóvenes afroamericanos, no es una casualidad, sino que reúne las fuerzas de los trabajadores y los oprimidos en los Estados Unidos debido a la mezcla entre la crisis actual del capitalismo y la opresión racial histórica, generando una situación muy intensa. En el corazón del imperialismo  es un levantamiento que esperanza al proletariado y la juventud de todo el mundo.

 

Crisis del capitalismo y la opresión racial

El sistema capitalista está en un callejón sin salida. Los años de estancamiento y recesión han empeorado aún más las condiciones de vida de millones de estadounidenses, especialmente los afroamericanos, generando enormes masas de desempleados y subempleados, en particular dentro del sector de los jóvenes que integran el "alma de la revuelta" de Ferguson. En la ciudad de Missouri, el nivel de pobreza es del 25%, 1 familia de cada 4. La tasa de desempleo total es del 19%. 21.000 personas, alrededor de 800 familias, sólo pueden sobrevivir mediante cupones de alimentos.

La clase dominante de Estados Unidos, los capitalistas, no tienen solución a la crisis y su repercusión social, y no se preocupan lo más mínimo de los profundos problemas que afectan a las masas -especialmente de los jóvenes- en su conjunto y en particular de Ferguson y otras ciudades similares. Su solución es la dura represión, el estado de guerra interna, para hacer cumplir la injusticia y la opresión racial. Con el estado de excepción proclamado por el Gobernador de Missouri Jay Nixon, la ciudad de Ferguson tiene especial riesgo de convertirse en una zona de guerra puesto a disposición de las fuerzas represivas para combatir al "enemigo interno", es decir, la población civil que lucha por la justicia social. Especialmente el pueblo de Ferguson siempre ha vivido en un estado policial racial, profundamente arraigado en la esclavitud. Los policías blancos golpean y matan a los negros con impunidad, sin ser detenidos. Hay muchas detenciones arbitrarias. El 86% de las sanciones emitidas cada año en la ciudad de Missouri están en contra de los afroamericanos, lo cual les lleva a muchos a perder las licencias y el trabajo. La educación pública se pone peor y peor, con fuertes recortes en el sistema de escuelas públicas en beneficio de las escuelas privadas, que lleva al cierre de cientos de escuelas en ciudades como Filadelfia, Chicago, Nueva York mientras se multiplican los privados para una élite. En Ferguson, la principal escuela secundaria para la comunidad negra, la Normandía, se encuentra en un estado de abandono total, bajando cada vez más los fondos, mientras que al mismo tiempo las escuelas de élite de los blancos están bien financiadas. Esto es esencialmente el modelo de la "buena escuela" que Renzi-Giannini también quiere para Italia [Nota de Tinta Roja: Y el mismo modelo que la LOMCE va a aplicar en España].

De acuerdo con las estadísticas del Departamento de Justicia de los EE.UU. cada año se mata a 500 personas inocentes por la policía, de lo que se desprende que, de acuerdo con el Consejo de Seguridad Nacional: "Los americanos tienen ocho veces más probabilidades de ser asesinados por un oficial de policía que por un terrorista". El aumento de la delincuencia de las "fuerzas de seguridad" "legales" es estructural, profundamente ligada a las necesidades del sistema. Los EE.UU. es también el país con la mayor población carcelaria del mundo; con menos del 5% de la población mundial tiene el 25% de la población carcelaria mundial con más de 2 millones de presos, además de unos 5 millones de personas sometidas a otras formas de custudia, implicando a un estadounidense entre 32. La mayor parte de estos son afroamericanos o latinos.

Para los capitalistas muchos de los jóvenes afroamericanos y latinos son considerados como un exceso de población, para ser empleados en trabajos de bajos salarios o para nada. Muchos de los jóvenes afro-americanos son transferidos directamente desde el sistema escolar a la prisión a través del sistema de escuelas en cárceles que en los EE.UU. se privatiza y los prisioneros son superexplotados trabajando por un salario de 25 centavos a 1,35 dólares por hora, bajo la supervisión y golpeados por la vigilancia racista.

Al mismo tiempo en Ferguson, los monopolios capitalistas como Emerson Electric, el número 121 de la clasificación Fortune que recoge a las 500 multinacionales del mundo, Boeing, Express Scripts y otras corporaciones gigantes prosperan, mientras que la comunidad vive en el nivel de supervivencia. Extrema riqueza que crece más y más para los ricos junto a la pobreza, el desempleo y las dificultades diarias que son cada vez más profundos. Ferguson, no sólo para los EE.UU., es un microcosmos de los escenarios de la crisis del capitalismo.

 

El racismo y la lucha de clases

La clase capitalista siempre ha usado el racismo para básicamente dos propósitos. En primer lugar, políticamente, para dividir y conquistar, para evitar que la clase obrera, el proletariado, se una contra el enemigo común, a saber, los patronos,  los hombres de las finanzas, los banqueros que viven en el trabajo de otros. Y en segundo lugar, desde el punto de vista económico, usa el racismo y la discriminación para lograr fines de lucro adicionales a través de la hiper-explotación de los negros, latinos y otros oprimidos.

Por estas razones, la "cuestión racial" está profundamente ligada a la "cuestión de clase" que tiene sus raíces en el capitalismo. La prueba de ello es el hecho de que esta escalada de la opresión sucede con la presidencia de los Estados Unidos por un negro, B. Obama, que bajo su mandato ha aumentado la presencia militar en todo el mundo, especialmente en África con el Comando Africano (Africom), financiando y armando a los señores de la guerra en toda África para sus propios intereses imperialistas; en el territorio de Estados Unidos ha arrestado y deportado un número récord de inmigrantes latinos y ha tolerado los guardias armados en forma de vigilantes racistas en todo el país, especialmente en la frontera con México, donde se abusó, golpeó y mató a cientos de hombres y mujeres que buscan su suerte. Bobby Seale, fundador del movimiento revolucionario Panteras Negras junto con HP Newton, declaró: "La única política útil para el pueblo negro es la política de la revolución". La comunidad negra en Estados Unidos ha alcanzado su máxima expresión cultural y política bajo el liderazgo de una organización revolucionaria como los Panteras Negras y otras figuras importantes que han relacionado la opresión racial del capitalismo y la necesidad de un sistema alternativo, el socialismo. La dirección del nuevo movimiento que se está desarrollando en esta ciudad a las afueras de San Luis aún no se conoce, porque va a estar fuera de la pugna, pero lo que es seguro es que se rompió la mediación conciliadora que ha durado más de 40 años a través del Partido Demócrata y The Black Misleadership Class que ya no pueden contener la rabia de los jóvenes negros recluidos y militarizados en sus propios guetos.

Los blancos de la clase obrera, de la juventud y de las masas populares solo pueden llegar a la conclusión de que es necesario apoyar la lucha de Ferguson por la justicia social en tanto que la opresión racial representa la esencia de la brutal política clasista del capital estadounidense contra el proletariado, blanco o negro, que vive la pobreza y la explotación de clase.

 

Fuente: Senza Tregua.

Traducción: Tinta Roja.

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