La juventud, sección más vibrante y creativa de la sociedad y uno de los sectores más vulnerables del pueblo trabajador, está sufriendo a diario las consecuencias de la crisis económica mundial y el choque de las políticas antiobreras.
Como resultado de estas prácticas y políticas, la actual generación juvenil que se encuentra entre los sectores más vulnerables de la población, se enfrenta a un desempleo masivo y a una incertidumbre sobre su futuro. Son víctimas de las formas flexibles de empleo sin protección por un convenio colectivo, son testigos de discriminaciones, marginación y exclusión social. Los jóvenes trabajadores están forzados a trabajar en las diferentes formas de empleo flexible tales como trabajos a media jornada, contratos personales sin condiciones de trabajo saludables y/o sin derechos sindicales.
Los jóvenes de hoy en día están llamados a vivir en un ambiente de adversidad severa donde el derecho al trabajo está subordinado a la competitividad y al intento de maximizar el beneficio, mientras que el desempleo se ha convertido en una pesadilla para todo joven.
Hoy en día, 27 millones de personas están desempleadas dentrola Unión Europea y fuera del mercado de trabajo con las graves consecuencias sociales que conlleva, mientras que al mismo tiempo el desempleo juvenil ha alcanzado niveles sin precedentes.
Según los datos estadísticos, aunque éstos no reflejen la verdadera imagen global, en febrero de 2013 el desempleo juvenil ha aumentado considerablemente hasta un 64,20 % en Grecia (de un 50,40% en el mismo mes en 2012), un 38,70% en Italia (de un 31,90% en 2012), 38,60% en Portugal (del 35,40%), 35,90% en Eslovaquia, 30,80% en Irlanda, 28,40% en Chipre, 26,90% en Francia, mientras que en Bélgica, Finlandia, Luxemburgo y Estonia la cifra es de un 20%. Los porcentajes correspondientes a los 27 Estados Miembros dela UE y de los países de la Eurozona son de un 23,60% y un 24,20% respectivamente, es decir, 5.694 y 3.581 millones de jóvenes desempleados menores de 25 años. La tasa general de empleo juvenil en los últimos cuatro años se ha reducido en un 5%, yendo desde un 37,30% al 32,80%, tres veces superior en comparación con la población adulta trabajadora.
La Comisión Europea ha pedido a los Estados Miembros que proceda en la implementación de medidas; por ello, ha convocado una reunión con los Ministros de Trabajo en julio sobre el tema de la lucha contra el desempleo juvenil. Al mismo tiempo, se ha propuesto una recomendación a los Estados Miembros de adoptar una serie de programas como la “Garantía Juvenil Europea”. Con este programa específico, la Unión Europea propone a los gobiernos que el empleo sea ofertado a los ciudadanos jóvenes europeos no más tarde de los cuatro meses siguientes a la fecha de despido o finalización de sus estudios, o que tengan la posibilidad de seguir su educación vocacional o programa de aprendizaje.
La Oficina Regional Europea dela Federación Sindical Mundial (FSM) cree que estas políticas y decisiones no pueden movilizar y superar la inercia de un sistema económico que entra y sale en la recesión y está implacablemente plagado de austeridad y pobreza.
El capitalismo como sistema económico que idolatra el beneficio, impone el individualismo y cuestiona la lucha organizada y la solidaridad social. Con esto, se busca convertir a los jóvenes en un elemento alienado de los asuntos sociales y separarlo de la acción colectiva.
La crisis mundial del capitalismo demuestra que la lucha de clases sigue siendo oportuna teniendo en cuenta que la sociedad está dividida en clases. Al mismo tiempo, las condiciones sociales en las que el movimiento de jóvenes trabajadores está desarrollando su actividad están afectando negativamente al nivel de organización y participación de éstos.
Por tanto, está claro que la respuesta reside en el crecimiento de las masas y en el movimiento sindical de clase. La respuesta se encuentra en la solidaridad y unidad de la clase obrera en todo el mundo, y en la participación de los jóvenes dentro de las filas del movimiento sindical de clase.
En Europa, la Federación Sindical Mundial está activa a través dela Oficina Regional Europea por la defensa de los derechos de los jóvenes trabajadores por un empleo fijo con derechos, seguridad social con acceso a la educación y a la vivienda.
Solo a través del apoyo de las fuerzas y la lucha de clases se puede construir la esperanza de un mundo justo y una sociedad equitativa más avanzada, donde los jóvenes puedan vivir con los derechos que les corresponden a sus necesidades.