¿Dónde puedo ir de vacaciones? Desde la zona litoral de la Costa Brava hasta las zonas naturales de Cantabria

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Desde la zona Este a la zona Norte nos desplazamos en nuestra recomendación semanal "¿Dónde puedo ir de vacaciones?": Por un lado a la zona litoral de La Costa Brava de Cataluña y por otro lado, Cantabria.

La Costa Brava con sus más de 200 km de costa, clima mediterráneo, paisajes sorprendentes y una cantidad innumerable de monumentos pasados, hacen de esta zona un lugar único. Un lugar donde algunos artistas como Salvador Dalí han vivido, en este caso en Cadaqués; donde se ubica un gran patrimonio histórico y varios parajes naturales. Si deseáis algo más lúdico esta zona también ofrece una gran cantidad de festivales de música o eventos culturales.

Por su parte, Cantabria se sitúa en un entorno privilegiado con un excepcional patrimonio natural. Por lo tanto no nos centraremos solo en un sitio concreto; sino que nos desplazaremos por diferentes lugares como: Santander, Torrelavega, Corrales de Buelna, Laredo y muchos más sitios; y si lo vuestro es la naturaleza, que mejor que disfrutar de lo que nos ofrece esta tierra, como: Los Picos de Europa, la Cueva de Altamira,etc.
Playas, zonas naturales protegidas y una rica gastronomía marinera hacen de Cantabria un lugar muy apetecible.

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La Costa Brava, una mirada al Mediterráneo

Catalunya es una región llena de contrastes, donde en pocos kilómetros podemos pasar de las escarpadas cumbres pirenaicas a las plácidas aguas del Mediterráneo; de la frondosa comarca de La Garrotxa, famosa por sus volcanes y la Fajeda d'en Jordà, a los paisajes más típicamente mediterráneos de las comarcas litorales. Una región donde encontramos además multitud de monumentos y construcciones de épocas pasadas, desde yacimientos íberos, griegos y romanos, hasta el sofisticado modernismo de principios del siglo XX. Por todo ello es difícil encontrar un sólo lugar que no sea digno de mencionar, así pues aprovechando que estamos en verano, mostraremos el que es sin duda uno de los enclaves turísticos más importantes en estas fechas: La Costa Brava.

La Costa Brava corresponde al litoral septentrional de Catalunya, que va desde la frontera con Francia en Portbou al municipio de Blanes, situado en la comarca de La Selva. Toda ella situada en la provincia de Girona. Su nombre de origen marinero ya nos indica su principal característica, su litoral abrupto, con playas e incontables calas de piedra o arena gruesa, rodeadas de acantilados, donde los pinos acarician el Mediterráneo. Debido a su particular geología, las aguas tienen poca materia en suspensión y aparecen siempre cristalinas.

A lo largo de la Costa Brava podemos encontrar multitud de enclaves de interés natural, como el parc natural del Cap de Creus, el parc natural dels Aiguamolls de l'Empordà, siendo éste el segundo humedal más importante de Catalunya, o les Illes Medes, un archipiélago frente a l'Estartit protegido debido a la importancia de sus praderas submarinas de posidonia, lugar de desove de gran cantidad de especies marinas.
Además de las áreas naturales protegidas podemos descubrir la naturaleza de este litoral en cada rincón de costa, simplemente paseando por los innumerables senderos o bien practicando submarinismo o snorkel.

A nivel cultural existen multitud de museos, entre los que destaca el teatro-museo Salvador Dalí, en Figueres o la casa donde vivió el artista en Cadaquès. También podremos visitar numerosos yacimientos arqueológicos de distintas épocas, como las ruinas griegas y romanas d'Empúries o los poblados íberos d'Ullastret o Lloret de Mar.
Además, en estas fechas veraniegas hay mucha actividad festiva en los pueblos, donde aparte de disfrutar de festivales de música o correfocs (espectáculo pirotécnico que se desarrolla en las calles), podremos visitar los diferentes eventos culturales que son identidad propia de cada municipio.

Existen muchas actividades para realizar y lugares que visitar, aunque evidentemente los que estén destinados al turismo tendrán precios más prohibitivos. Sin embargo actividades como el senderismo, rutas en bicicleta, snorkel o kayak son bastante más económicas.

La gastronomía del lugar también puede suponernos un disgusto económico si no andamos con cuidado. Es posible comer bien y barato, pero para eso es recomendable buscar aquellos restaurantes que no estén situados en primera línea de playa ya que éstos últimos suelen tener los precios más caros y la comida puede ser de peor calidad.

Finalmente es recomendable buscar un alojamiento tipo cámping, en el que no gastaremos demasiado dinero y nos permitirá disfrutar más tiempo de este magnífico lugar.

 


 

Turismo de todo tipo en Cantabria

La gran variedad de opciones que ofrece Cantabria obliga a detenerse y analizarlas todas. Desde Santander, al norte, hasta los restos de la ciudad romana de Julióbriga, al sur; desde los Picos de Europa, al oeste, hasta la ciudad de Castro Urdiales, al este. La "tierruca" es un paraíso natural.

Empezamos por Santander. Una ciudad dedicada al turismo, donde predomina el sector terciario. De hecho, históricamente siempre fue así. El rey Alfonso XIII venía a veranear cada año, por lo que se le hizo un palacio situado en la península de la Magdalena: el palacio de la Magdalena. Afortunadamente ya no pertenece a ningún rey y se puede contemplar su belleza arquitectónica en cualquier momento. En la misma península encontramos un pequeño bosque que rodea al palacio, un parque infantil y unas impresionantes playas en las que la gente puede bañarse y divertirse. Y después de un día de playa, qué mejor que tomarse una cerveza en el Centro Obrero y Popular Bertolt Brecht: un centro obrero en el que se puede beber a precios populares mientras se escucha música, se charla o incluso se lee. Las principales zonas de ambiente nocturno de la ciudad están en el centro: Cañadío y el Río de la Pila. También es buena idea visitar el Museo Marítimo, ver la Catedral, entrar en el parque de Mataleñas o llegar hasta Cabo Mayor y ver el faro. Existen varios lugares donde dormir no muy caros, solo hay que investigar un poco en internet.

No puede faltar visitar Torrelavega, la ciudad industrial de Cantabria. Cerca de la estación de tren se encuentra el Centro Social Ítaca, donde beber, picar y pasárselo bien. Su Semana Grande es espectacular, destacando el puesto del Rincón Cubano en medio de las ferias, un espacio en el que se puede disfrutar de un mojito hecho con ron cubano y ver actuar a alguno de los muy buenos grupos que tocan allí.

Si al lector le gusta el turismo histórico-cultural, no se puede perder las Guerras Cántabras, evento que se desarrolla el último fin de semana de agosto y el primero de septiembre en la localidad de Corrales de Buelna. En él, diferentes tribus cántabras como los Concanos o los Blendios y varios grupos romanos como la Legio IV Macedónica o la Escuela de gladiadores recrearán momentos históricos de las Guerras Cántabras y culturales, como la apertura del templo de Jano. También se pueden visitar los restos de la ciudad romana de Julióbriga, en la localidad de Campoo de Enmedio.

Para disfrutar de la naturaleza cántabra, recomendamos visitar los Picos de Europa, parque nacional de gran interés por su fauna y flora. Entre la fauna destaca el rebeco, el corzo, el oso, el lobo, el urogallo y el quebrantahuesos, por poner algunos ejemplos. Otra opción es desplazarse hasta Fontibre, al sur de Cantabria, donde nace el río Ebro. Y otra más: entrar en las cuevas de El Soplao, aunque esto requiere organización previa. Y si hiciesen falta más ideas, nos sobran, pues la cueva de Altamira (la réplica, lamentablemente la cueva original fue cerrada al público para evitar su deterioro) es digna de ver. Tan digna que Rafael Alberti habla de ella en su poema "La arboleda perdida". Además, al lado de la cueva se encuentra un museo dedicado a la misma.

Si nos vamos hasta la frontera con Euskal Herria, hemos de parar en Castro Urdiales. Si continuamos por el litoral hacia el oeste es obligación parar en Santoña y Laredo. Y más allá de Santander, en la parte occidental de la costa cántabra, en Suances, Santillana del Mar (aunque no tenga mar), Comillas y San Vicente de la Barquera.

Durante el viaje sería una locura no probar productos gastronómicos típicos de Cantabria, como el sobao, la quesada, las corbatas de Unquera, las anchoas de Santoña y, si alguien se atreve a comer platos calientes en verano, el cocido montañés.

Así que no esperéis más, ¡visitad Cantabria!

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