All power to the people: Una vida en los panteras

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Queremos libertad. Una vida en los Panteras Negras” así se titula el libro escrito por Mumia Abu-Jamal, conocido militante de los BPP (“Partido Panteras Negras” en sus siglas en inglés) que fundó la filial del Partido en Filadelfia y que desde 1982 está en prisión acusado por el asesinato de un policía (cosa que nunca se llegó a probar) y condenado a pena de muerte aunque gracias a los movimientos de apoyo internacional y la presión ejercida por estos fue conmutada por la cadena perpetua. Mientras Mumia sigue en prisión después de 35 años, todavía los hechos del asesinato siguen sin resolverse y todo apunta debido a como se llevaron a cabo las detenciones y los juicios, a que fue un montaje policial para acabar con los últimos militantes más activos que todavía quedaban de los Panteras Negras.

 

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En el libro, escrito íntegramente en su estancia en prisión, Mumia hizo un recorrido con toda serie de detalles, documentos y análisis que le fueron suministrando camaradas desde fuera de la cárcel, de la historia de los Panteras Negras en relación con toda la historia del movimiento de liberación negro, con el contexto en el que estuvo en activo la organización (1966-1982), las diferentes corrientes ideológicas que les fueron impregnando y que marcaron su actuación política, su formación y su relación con las otras organizaciones sociales y políticas tanto nacionales como internacionales (el partido llegó a tener una delegación permanente en Argelia que durante todo el periodo de actividad de los Panteras llegó a funcionar como embajada) y todo ello añadido con relatos del propio Mumia sobre cómo conoció a los BPP, como empezó a militar, el día a día y el trabajo en la organización (concretamente en el periódico “The Black Panther” órgano de expresión de la organización en el que Mumia estuvo trabajando) y el aspecto más subjetivo que hizo que miles de jóvenes negros de los guetos de todo EEUU, como él, se interesasen y dieran el paso de militar en una organización en la que muchas veces se jugaban la persecución por parte de todas las fuerzas de seguridad e incluso la muerte a manos del aparato del FBI.

 

También durante toda la obra y en un capítulo específico titulado “Un partido de mujeres” nos narrará uno de los aspectos más característicos de la organización que fue la tan importante presencia de mujeres de una manera muy activa en las filas del partido, llegando a ser las 2/3 partes de la totalidad de la militancia, de las cuales la mayoría estaban en puestos de dirección y responsabilidad como por ejemplo Ericka Huggins, Kathleen Cleaver , Assata y Afeni Shakur por nombrar algunas. Pero además nos contará la experiencia de las militantes de base que entraron y trabajaron por diferentes motivos en la organización y el impacto que causó los Panteras Negras en la vida de las mujeres jóvenes negras de los suburbios de prácticamente todas las ciudades.

 

Es interesante y muy recomendable la lectura del libro debido a lo poco que se conoce del Partido Panteras Negras y la visión muchas veces distorsionada poniéndoles como chavales negros, armados, sectarios y violentos con un nacionalismo negro rozando el racismo, visión formada por toda la campaña llevada a cabo contra ellos a través del COINTELPRO (Programa de Contrainteligencia por sus siglas en inglés) que fue un programa del FBI creado originalmente para perseguir y acabar con los militantes del Partido Comunista de los Estados Unidos pero que también se extendió para eliminar y criminalizar a todas aquellos militantes de organizaciones de izquierda que fueron apareciendo por el país, como en este caso fueron los Panteras Negras. Edgar Hoover (el ya conocido director anticomunista y racista del FBI) declaró a los BPP “la mayor amenaza interna para la seguridad del país” y utilizó todos los medios que tuvo a su alcance para acabar con ellos, como veremos en el libro con todo tipo de declaraciones tanto de militantes que pasaron por los interrogatorios del FBI, confesiones de exagentes encargados del seguimiento de los militantes del Partido y documentos que se utilizaron como pruebas en juicios contra el ya citado COINTELPRO por parte de los Panteras como de otras organizaciones de izquierda.

 

Pero no se puede hablar de los Panteras Negras sin hablar del famoso “Programa de los 10 puntos”, programa que sirvió para crear el partido, elaborado por Huey P. Newton y Bobby Seale, quienes fueron los fundadores de la organización . En dicho programa se sintetiza toda la esencia de los BPP tanto de su ideología que los caracterizó, que fue la unión necesaria del nacionalismo negro que se llevaba ya tiempo elaborando con personajes como Malcom X y su teoría de la autodefensa de la comunidad negra (no olvidemos que en un principio el Partido se llamó: Partido Panteras Negras para la Autodefensa) como de la conciencia de clase y el componente que les hizo más revolucionario a través de los textos de Marx , Engels y Lenin (llegándose a considerar una organización Marxista-Leninista en EEUU), como de la esencia del internacionalismo y la lucha de liberación nacional que se estaba llevando a cabo en África, América Latina y Asia, con los ejemplos más importantes de Argelia, Cuba y Vietnam (Los BPP llegaron a ofrecer enviar militantes para ayudar al Vietcong, canjear soldados estadounidenses hechos prisioneros por las tropas vietnamitas a cambio de la puesta en libertad de presos políticos negros en las cárceles estadounidenses y hacer un llamamiento a todos aquellos reclutas tanto blancos como negros que estuviesen sirviendo en Vietnam para que se sublevasen contra sus oficiales y se unieran a las tropas vietnamitas) y con la formación más teórica a través del libro “Los condenados de la tierra” de Frantz Fanon (libro que influyó mucho en Huey Newton). Pero todo esto además unido al derecho civil americano, del que se servían para denunciar el racismo y la represión por parte de la policía y el Estado (el kit esencial de un Pantera Negra a la hora de patrullar una ciudad era un arma, el uniforme y boina negra que los caracterizaba y un ejemplar del derecho civil americano).

 

Pleno empleo y con buenas condiciones laborales para las familias de los guetos y barrios pobres, viviendas decentes, escuelas públicas con una educación que analice la historia de una forma científica, exención del servicio militar y poner fin al expolio por parte de los capitalistas que oprimen a las familias trabajadoras tanto blancas como negras y verdaderos culpables y generadores del racismo… son unos de las principales proclamas del Programa de los 10 puntos, y que fue defendido y llevado a la práctica inmiscuyendo de forma muy activa y comprometida a toda la comunidad negra a través de escuelas que impartían a niños, jóvenes y adultos en sus centros sociales (llamados Frentes Nacionales contra el Fascismo), desayunos gratuitos a los niños de los guetos, alternativas habitacionales para las familias desahuciadas, clínicas de salud públicas en los barrios más pobres, recogida y reparto gratuito de ropa a familias, patrullas callejeras para controlar la brutalidad policial, coches para llevar a las familias a las cárceles para visitar a familiares presos… y todo ello con el objetivo político de la necesidad de inmiscuir a la comunidad de una forma militante y activa y con el principio de solidaridad para acabar con el sistema que causaba todos los males tanto a las familias trabajadoras blancas como negras, hacer la revolución y construir un sistema socialista que será el que verdaderamente traerá justicia y libertad al pueblo.

 

 

 

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Queremos libertad. Una vida en los Panteras Negras” así se titula el libro escrito por Mumia Abu-Jamal, conocido militante de los BPP (“Partido Panteras Negras” en sus siglas en inglés) que fundó la filial del Partido en Filadelfia y que desde 1982 está en prisión acusado por el asesinato de un policía (cosa que nunca se llegó a probar) y condenado a pena de muerte aunque gracias a los movimientos de apoyo internacional y la presión ejercida por estos fue conmutada por la cadena perpetua. Mientras Mumia sigue en prisión después de 35 años, todavía los hechos del asesinato siguen sin resolverse y todo apunta debido a como se llevaron a cabo las detenciones y los juicios, a que fue un montaje policial para acabar con los últimos militantes más activos que todavía quedaban de los Panteras Negras.

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En el libro, escrito íntegramente en su estancia en prisión, Mumia hizo un recorrido con toda serie de detalles, documentos y análisis que le fueron suministrando camaradas desde fuera de la cárcel, de la historia de los Panteras Negras en relación con toda la historia del movimiento de liberación negro, con el contexto en el que estuvo en activo la organización (1966-1982), las diferentes corrientes ideológicas que les fueron impregnando y que marcaron su actuación política, su formación y su relación con las otras organizaciones sociales y políticas tanto nacionales como internacionales (el partido llegó a tener una delegación permanente en Argelia que durante todo el periodo de actividad de los Panteras llegó a funcionar como embajada) y todo ello añadido con relatos del propio Mumia sobre cómo conoció a los BPP, como empezó a militar, el día a día y el trabajo en la organización (concretamente en el periódico “The Black Panther” órgano de expresión de la organización en el que Mumia estuvo trabajando) y el aspecto más subjetivo que hizo que miles de jóvenes negros de los guetos de todo EEUU, como él, se interesasen y dieran el paso de militar en una organización en la que muchas veces se jugaban la persecución por parte de todas las fuerzas de seguridad e incluso la muerte a manos del aparato del FBI.

También durante toda la obra y en un capítulo específico titulado “Un partido de mujeres” nos narrará uno de los aspectos más característicos de la organización que fue la tan importante presencia de mujeres de una manera muy activa en las filas del partido, llegando a ser las 2/3 partes de la totalidad de la militancia, de las cuales la mayoría estaban en puestos de dirección y responsabilidad como por ejemplo Ericka Huggins, Kathleen Cleaver , Assata y Afeni Shakur por nombrar algunas. Pero además nos contará la experiencia de las militantes de base que entraron y trabajaron por diferentes motivos en la organización y el impacto que causó los Panteras Negras en la vida de las mujeres jóvenes negras de los suburbios de prácticamente todas las ciudades.

Es interesante y muy recomendable la lectura del libro debido a lo poco que se conoce del Partido Panteras Negras y la visión muchas veces distorsionada poniéndoles como chavales negros, armados, sectarios y violentos con un nacionalismo negro rozando el racismo, visión formada por toda la campaña llevada a cabo contra ellos a través del COINTELPRO (Programa de Contrainteligencia por sus siglas en inglés) que fue un programa del FBI creado originalmente para perseguir y acabar con los militantes del Partido Comunista de los Estados Unidos pero que también se extendió para eliminar y criminalizar a todas aquellos militantes de organizaciones de izquierda que fueron apareciendo por el país, como en este caso fueron los Panteras Negras. Edgar Hoover (el ya conocido director anticomunista y racista del FBI) declaró a los BPP “la mayor amenaza interna para la seguridad del país” y utilizó todos los medios que tuvo a su alcance para acabar con ellos, como veremos en el libro con todo tipo de declaraciones tanto de militantes que pasaron por los interrogatorios del FBI, confesiones de exagentes encargados del seguimiento de los militantes del Partido y documentos que se utilizaron como pruebas en juicios contra el ya citado COINTELPRO por parte de los Panteras como de otras organizaciones de izquierda.

Pero no se puede hablar de los Panteras Negras sin hablar del famoso “Programa de los 10 puntos”, programa que sirvió para crear el partido, elaborado por Huey P. Newton y Bobby Seale, quienes fueron los fundadores de la organización . En dicho programa se sintetiza toda la esencia de los BPP tanto de su ideología que los caracterizó, que fue la unión necesaria del nacionalismo negro que se llevaba ya tiempo elaborando con personajes como Malcom X y su teoría de la autodefensa de la comunidad negra (no olvidemos que en un principio el Partido se llamó: Partido Panteras Negras para la Autodefensa) como de la conciencia de clase y el componente que les hizo más revolucionario a través de los textos de Marx , Engels y Lenin (llegándose a considerar una organización Marxista-Leninista en EEUU), como de la esencia del internacionalismo y la lucha de liberación nacional que se estaba llevando a cabo en África, América Latina y Asia, con los ejemplos más importantes de Argelia, Cuba y Vietnam (Los BPP llegaron a ofrecer enviar militantes para ayudar al Vietcong, canjear soldados estadounidenses hechos prisioneros por las tropas vietnamitas a cambio de la puesta en libertad de presos políticos negros en las cárceles estadounidenses y hacer un llamamiento a todos aquellos reclutas tanto blancos como negros que estuviesen sirviendo en Vietnam para que se sublevasen contra sus oficiales y se unieran a las tropas vietnamitas) y con la formación más teórica a través del libro “Los condenados de la tierra” de Frantz Fanon (libro que influyó mucho en Huey Newton). Pero todo esto además unido al derecho civil americano, del que se servían para denunciar el racismo y la represión por parte de la policía y el Estado (el kit esencial de un Pantera Negra a la hora de patrullar una ciudad era un arma, el uniforme y boina negra que los caracterizaba y un ejemplar del derecho civil americano).

Pleno empleo y con buenas condiciones laborales para las familias de los guetos y barrios pobres, viviendas decentes, escuelas públicas con una educación que analice la historia de una forma científica, exención del servicio militar y poner fin al expolio por parte de los capitalistas que oprimen a las familias trabajadoras tanto blancas como negras y verdaderos culpables y generadores del racismo… son unos de las principales proclamas del Programa de los 10 puntos, y que fue defendido y llevado a la práctica inmiscuyendo de forma muy activa y comprometida a toda la comunidad negra a través de escuelas que impartían a niños, jóvenes y adultos en sus centros sociales (llamados Frentes Nacionales contra el Fascismo), desayunos gratuitos a los niños de los guetos, alternativas habitacionales para las familias desahuciadas, clínicas de salud públicas en los barrios más pobres, recogida y reparto gratuito de ropa a familias, patrullas callejeras para controlar la brutalidad policial, coches para llevar a las familias a las cárceles para visitar a familiares presos… y todo ello con el objetivo político de la necesidad de inmiscuir a la comunidad de una forma militante y activa y con el principio de solidaridad para acabar con el sistema que causaba todos los males tanto a las familias trabajadoras blancas como negras, hacer la revolución y construir un sistema socialista que será el que verdaderamente traerá justicia y libertad al pueblo.

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